Maternidad en adolescentes: Reflejo de la marginación social
CIMAC. Por Gladis Torres Ruiz. La maternidad durante la adolescencia es una manifestación de la exclusión social, advierte el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En su informe Situación Demográfica de México 2010, Conapo reporta que las mujeres inician tempranamente su vida sexual a una edad promedio de 15.9 años.
Advierte que las adolescentes inician su sexualidad con prácticas generalmente no protegidas lo que las predispone a infecciones de transmisión sexual (ITS), embarazos no planeados, aborto y un riesgo elevado de complicaciones para la salud de la madre y del recién nacido.
La maternidad en las adolescentes es el reflejo de una sociedad desigual en las que sólo una parte de la población tiene poder real sobre sus decisiones reproductivas al contar con la información y la capacidad necesarias para planear un proyecto de vida personal, libre y autónomo, recalca Conapo.
Es por ello que el Consejo, dependiente de la Secretaría de Gobernación, subraya la urgencia de establecer políticas públicas dirigidas a contribuir a la reducción de los embarazos en adolescentes, disminuir las ITS y sus complicaciones potenciales.
Todo ésto ante un panorama en la que la población de niñas y adolescentes aumentó 40 por ciento en 35 años. En 1974 la población femenina en el país era de 28.5 millones y llegó a 54.6 millones en 2009.
Se estima que en 2007 la población de mujeres adolescentes alcanzó su máximo histórico con 8.4 millones.
Con resultados aún no muy claros –a decir de especialistas–, la presente administración federal por primera vez instauró un Programa de Acción en Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes, en el cual se establecen objetivos, metas, estrategias y acciones para todas las instituciones del Sistema Nacional de Salud.
Así, en el Programa Nacional de Población (PNP) 2008-2012 de manera explícita se considera como uno de los objetivos de la política de población “favorecer el ejercicio libre e informado de los derechos de las personas en los ámbitos de la sexualidad y la reproducción”.
A dicho objetivo responde la estrategia para “asegurar las condiciones sociales e institucionales favorables al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos” en donde se estipula explícitamente la intención de “contribuir a la disminución del embarazo no planeado en adolescentes y a la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH/Sida”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009 (Enadid) elaborada entre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Conapo, en México hay cinco millones 264 mil 133 niñas entre 15 y 19 años.
De ese total, 671 mil 572 adolescentes han estado alguna vez embarazadas, por lo que se observa que las políticas públicas para prevenir los embarazos en adolescentes no están cumpliendo su cometido.