Luz en la Sombra: La crónica íntima de una batalla por la transparencia

Zacatecas, Zac.— El aire en el Foyer del Teatro Calderón cargaba esa electricidad silenciosa que precede a los relatos que valen la pena. Entre el público, estudiantes con cuadernos abiertos, periodistas de mirada afilada, funcionarios con expresiones impenetrables y ciudadanos que llegaron temprano para asegurar un asiento. Todos esperaban escuchar a Julieta del Río Venegas, la excomisionada que decidió convertir en libro lo que muchos vivieron como un duelo: la lenta agonía del Instituto Nacional de Transparencia (INAI).

El título de su obra —»Luz en la Sombra. Mi camino por la transparencia y el INAI»— no era metáfora casual. «Escribí esto porque alguien tenía que dejar testimonio de lo que perdimos», dijo con esa voz calmada que contrastaba con la dureza de sus palabras. La fecha que marcó el inicio del libro quedó grabada en la memoria colectiva: 5 de febrero de 2023, cuando el presidente anunció su intento de reformar los organismos autónomos. «Ahí supe que el INAI vivía bajo una crónica de muerte anunciada», confesó.

El libro: Entre la memoria y la denuncia

La primera parte del libro es un viaje al origen. Del Río reconstruye batallas clave: los años del Grupo Oaxaca, las resistencias políticas, el momento en que la transparencia dejó de ser un discurso abstracto para volverse herramienta de sobrevivencia. «Aquí hay casos que duelen», advirtió. Citó ejemplos: mujeres que lograron pensiones tras años de negligencia, familias que accedieron a indemnizaciones gracias a solicitudes de información, comunidades que expusieron abusos de poder. «No son historias de héroes. Son pruebas de que este derecho sí cambia vidas».

Pero la segunda mitad del texto duele más. Con precisión quirúrgica, la autora describe la decadencia interna del INAI: las presiones de grupos políticos, las denuncias por extorsión a empleados —hechas por ella misma— y la fallida «reingeniería» que propuso para salvarlo. «Nadie quiso escuchar. Ahora sabemos cómo terminó».

Los testigos: Voces que respaldan

Ernesto Villanueva, del Grupo Oaxaca, fue contundente: «Este libro no es sólo memoria. Es un acto de justicia». Señaló un vacío en la literatura sobre transparencia: «Nadie había explicado cómo el acceso a la información se vuelve pan, medicina o justicia en manos de la gente común».

Gerardo de Ávila, director de El Sol de Zacatecas, recordó su propia lucha: «Los periodistas sabemos que sin el INAI, muchas investigaciones nunca hubieran visto la luz». Mencionó reportajes emblemáticos sustentados en solicitudes de información, y dejó una pregunta flotando: «¿Cuántas historias quedarán enterradas ahora?».

En la clausura, Hans Hiram Pacheco, Secretario Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en representación del rector, destacó que “este libro no es una despedida, es una antorcha que debemos tomar para mantener estos derechos y continuar la lucha por vigilar el correcto actuar de nuestras autoridades”.

Nubia Barrios Escamilla, comisionada presidenta del IZAI, trazó el círculo histórico: «Hace más de 25 años, en Oaxaca, un puñado de académicos, periodistas y ciudadanos encendió esta lucha. Hoy, este libro nos recuerda que el derecho a saber no se defiende solo: se ejerce, se exige, se vive. Cada página es un llamado a no dar ni un paso atrás».

Fabiola Torres Rodríguez, comisionada del IZAI y moderadora del panel, cerró el acto con un reconocimiento que sonó a legado: «Julieta no solo escribió un libro. Nos entregó un espejo para mirar lo que fuimos, lo que perdimos… y lo que aún podemos recuperar». Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, como un desafío que perdura después de apagados los micrófonos.

LNY/Redacción