Los seis ejes de EPN y los enemigos de la seguridad
GERARDO DE AVILA GONZÁLEZ *
La estrategia de Seguridad Pública y Justicia para los mexicanos presentada por el señor presidente Enrique Peña Nieto, lo único que nos hace pensar es que el Ejército Mexicano seguirá en las calles. El regreso a los cuarteles llevará tiempo, mucho tiempo. Los seis ejes del Plan anticrimen parecen insuficientes, mientras el país está fragmentado.
En nuestra óptica, son dos los enemigos visibles de la seguridad pública en México: la corrupción y la impunidad, aunque ahora habrá que sumarle los -80 nuevos cárteles- que, según la devastada PGR de Murillo Karam surgieron en el gobierno de Calderón. La criminalidad tiene rostros, nombres y apellidos que han rebasado al Estado mexicano.
En la Segunda Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública el Ejecutivo Federal anunció que combatirá la criminalidad a partir de seis estrategias: planeación, prevención, respeto a los Derechos Humanos, coordinación, transformación institucional y evaluación. Nacerá la Gendarmería Nacional con 10 mil elementos.
Pero de las seis estrategias dadas a conocer por el presidente ante actores políticos, empresariales, académicos, intelectuales y gobernadores, entre otros, la prevención del delito, es donde el gobierno de la República centrará todas sus baterías. ¿Es bueno? ¿Es malo? ¿Es la que terminará con este mal? ¿Por qué está estrategia en especial?
Pensamos, que apostarle a la prevención del delito es importante, pero nos parece que la inseguridad va más allá. El problema es más complejo. El gobierno del República debe acabar con estos cánceres crónicos que son producto justamente de los gobiernos del PRI y que, lamentablemente el PAN no pudo erradicar en doce años de gobierno.
Aunado a lo anterior, consideramos también que es un error del nuevo gobierno culpar a los gobiernos del PAN. Esta realidad es conocida por la sociedad mexicana, lo que esperaba, en todo caso es conocer la estrategia de avanzada del gobierno de Peña Nieto para regresarle la paz al país.
No baja la violencia…
El hecho es, que a tres semanas de que el presidente Enrique Peña Nieto asumió la Primera Magistratura del país, la cifra de muertos continúa en la mayor parte del país. Los niveles de criminalidad van a la alza y por supuesto, los diferentes cárteles no han cesado en vengarse unos y otros. Parece poco importarles lo que haga el gobierno.
No está a discusión que el Ejecutivo Federal quiera para México el retorno de la paz. Sin embargo, los altos niveles de criminalidad que vive la nación nos hace pensar que la solución es más que la sola prevención del delito. No, la posible solución es más profunda que la propia estrategia planteada por Peña Nieto.
Tal vez ahora, la novedad, es el anuncio del nacimiento de la Gendarmería Nacional que de entrada aglutinará a 10 mil efectivos. ¿Pero quiénes conformarán la Gendarmería? ¿Nacerá muerta por la poca confianza que hay en las policías? ¿Cuál debe ser el perfil de quiénes entren a la Gendarmería Nacional? ¿Quiénes los elegirán?
En otras palabras, reducir la violencia, garantizar la tranquilidad y la paz, además de fortalecer el tejido social en todas las regiones del país, no creemos que vaya ocurrir sólo con medidas preventivas. Lamentablemente, México requerirá de otras acciones. Lo que sí es evidente, es que la presencia del Ejército en las calles es fundamental.
En descargo del nuevo gobierno, retirar en este momento a las fuerzas armadas sería un error. Por un lado, la falta de credibilidad en todas las policías no permite, y por el otro, la estrategia del gobierno de la República apenas comenzará. De tal suerte, que la dimensión del problema es demasiado.
En resumidas cuentas, luego de que el presidente Enrique Peña Nieto presentó los seis ejes del plan de seguridad, hay más dudas que respuestas sobre la efectividad que pudiera tener la nueva política de Estado que pretende el nuevo gobierno implementar. Lo que sí es claro, es que el regreso de la tranquilidad también llevará tiempo.
Todo en el nombre del “Pacto por México”.
Ahora bien, es un error político, que el gobierno de la República quiera sustentar su estrategia anti-crimen en el frágil “Pacto por México”. Hacerlo en nombre de todos las y los mexicanos tampoco es correcto, por una simple y sencilla razón: unos cuántos no pueden ni deben decidir está y otras decisiones.
Ahora la pregunta que surge es saber si la planeación, prevención, respeto a los Derechos Humanos, coordinación, transformación institucional y evaluación serán suficientes para acabar la criminalidad que vive la nación. A simple vista, la respuesta es que no. La conformación de la Gendarmería Nacional será tema de otra entrega.
Otro aspecto que brota y que es de llamar la atención, es que los gobernadores tendrán que entrarle a las seis líneas de acción de la nueva política de Estado por la seguridad y la justicia de los mexicanos. Una primera interrogante obligada que surge: ¿Estados como el de Zacatecas está listo para asumir su responsabilidad? Nos parece que aún no.
Es evidente, que para el éxito del plan de seguridad, será importante saber quién va al mando, qué policías tendrán está responsabilidad. Mientras eso ocurre, la permanencia del Ejército Mexicano se vuelve indispensable en las calles. Es decir, la guerra que nadie pidió seguirá.
Finalmente, nadie nos ha dicho ¿quién o quiénes enfrentarán verdaderamente a los enemigos de la seguridad pública?: la corrupción y la impunidad. Y en el frágil “Pacto por México” tampoco viene inscrito. Cuidado.
Para el anecdotario:
1) Y después del caos, el Partido Acción Nacional (PAN) se dio cuenta de que la mayor parte de la militancia que tenía no era tal. Estaba ahí porque eran gobierno de la República. Se fue Calderón y todos negaron la cruz de su parroquia. Normal. Natural en el Sistema de República que tenemos. Ahora reconocen, que en todo el país no tienen más de 350 mil seguidores. Es patético el cuadro para Gustavo Madero, presidente nacional del partido, quien irremediablemente tendrá que comenzar una ambiciosa campaña de afiliación, pero antes una cirugía mayor al PAN no le caería nada mal.
* Comienzan a brotar los daños colaterales de la era calderonista.
2) Sí, pero no. Como era de esperarse, la poderosa maestra Elba Esther Gordillo Morales rompió el silencio: está de acuerdo con la Reforma Educativa pero no en todos sus términos.
* Sino hay acuerdos, no descarte a los profes en las calles.
3) Quien les escribe los viernes en las páginas de opinión de EL DIARIO NTR les desea una Feliz Navidad y un exitoso 2013.
* Nos leemos el próximo año.
Es mi opinión
* Periodista