Los migrantes zacatecanos, excluidos nuevamente
RAÚL SILVA TORRES
Los últimos gobernantes del estado han olvidado, que abanderar clubes o participar en los festejos del día del migrante zacatecano Estados Unidos, no es política migratoria.
Entregar créditos económicos a los repatriados, inaugurar obras del programa 3×1 o promover visas del programa Corazón de Plata, son políticas migratorias insuficientes.
Quizás sean loables, pero no tienen mayor incidencia en los migrantes que radican fuera de México, que envían remesas mensualmente y trabajan en el desarrollo social de sus comunidades.
Me refiero a política migratoria no en el sentido literal, sino en la relación binacional “eficaz” que debe existir entre el Gobierno del Estado y la comunidad migrante radicada en Estados Unidos.
Desde el 12 de septiembre pasado, Alejandro Tello asumió la gubernatura de la entidad. Y con ello, arribó un nuevo titular a la Secretaría del Zacatecano Migrante (Sezami), José Juan Estrada.
Es tiempo de innovar y avanzar en la relación con los migrantes, sostuvo Tello en su mensaje de rendición de toma de protesta. En eso basó su apuesta para este sector de la población.
Su propuesta deja entrever el vacío político que existe, el nulo peso económico que le dan a esta comunidad y el olvido que siempre le han profesado a los migrantes, desde siempre.
Tello debe entender que en Estados Unidos radican permanentemente 650 mil zacatecanos, que han aportado en promedio en los últimos 10 años unos 650 millones de dólares para la entidad.
De acuerdo al investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Rodolfo García Zamora, esa cantidad de recursos representa más del 25% de todo el presupuesto estatal anual.
Lastimosamente, el nuevo mandatario no ofreció una propuesta sustancial, real y elocuente, por lo que su frase “dar paso a una nueva realidad migrante” suena hueca al no acompañarse de un plan de trabajo bilateral.
Los migrantes fueron excluidos de las principales propuestas para el quinquenio que encabezará el priísta. Para fortalecer o crear una nueva relación binacional entre gobierno y emigrados zacatecanos hace falta mucho más que buenas intenciones y cuentos “chinos”.
Dentro del este primer claroscuro para los migrantes, por parte de Alejandro Tello, hay una luz en el camino con la llegada de José Juan Estrada a la Sezami. Dio buenos resultados al frente de la presidencia de la Felación de clubes unidos zacatecanos en Illinois.
La única propuesta de Tello que puede ser coyunturalmente beneficiosa para la migración es la generación de 40 mil nuevos empleos en los cinco años de su mandato, lo cual podría reducir el flujo de éxodo que se presenta en las comunidades de Zacatecas hacia Estados Unidos.
El futuro es incierto para los migrantes que viven en tierras estadounidenses por el discurso racista que ha manejado durante toda la campaña política el candidato republicado a la presidencia de ese país, Donald Trump.
No es justo, que además de aportar a la economía y el desarrollo social del estado, los migrantes sean excluidos en su tierra y en Estados Unidos, en ambos lados de la frontera, cuando a todas luces son y serán la palanca del progreso.
* Periodista Independiente