Los fundadores de Antorcha y el desarrollo de Trancoso
JACOBO CRUZ
Tomando como referencia el documento escrito por José Antonio Tamayo, uno de los líderes históricos del Movimiento Antorchista en el municipio de Trancoso, en este 2021 la organización está cumpliendo 32 años de iniciar el desarrollo de esta localidad situada a unos 20 minutos de la capital de Zacatecas.
El trabajo organizativo dio inicio en octubre de 1989 cuando celebraron la reunión inicial a cargo de Angélica Villa Enciso, activista de Antorcha en la entonces congregación con un grupo de 19 personas como María Juárez, Ventura Juárez, José Juárez, Pablo Reyes y José Antonio Tamayo, quien fue citado al inicio de esta colaboración, el dirigente estatal era Antonio Alvarado Ornelas.
A partir de allí fue que inició el desarrollo de este joven municipio teniéndose los primeros logros con la gestión y lucha como las modestas despensas. En el año 1992 se obtuvieron 500 acciones de apoyo a la vivienda que incluyeron láminas, varilla, cemento, etc., lo que motivó la inquietud de los vecinos por sumarse al antorchismo.
Una de las primeras luchas que marcó la capacidad de resolución de problemas fue la emprendida en el año 1993, cuando se respaldó a Manuel Almanza porque los permisionarios de la empresa transportes de Guadalupe querían sacar de la ruta a los de Trancoso, que era el medio que tenía la población para viajar a la cabecera municipal, los Antorchistas emprendieron manifestaciones de inconformidad realizando un plantón por 3 días lográndose la intervención de autoridades y que su recorrido se extendiera hasta la ciudad capital.
En 1997 se lograron dos puentes casi en el mismo sitio, entre la calle Insurgentes y Camino Real, esto como parte de la pugna que el presidente municipal tenía ante los avances de los Antorchistas. A uno de ellos se le denominó “del capricho”, porque fue una obra resultada de eso por parte de Ricardo de la Rosa, se lo hizo a su concejal José Reyes, así que hubo dos puentes: uno logrado por Antorcha y el de “El Capricho”, que mandó a construir el edil.
Para 1998, después de un plantón de 248 días al Gobierno de Arturo Romo, se tuvieron los logros más destacados de esta etapa, la pavimentación de 15 calles: se aplicaron 48.500 metros cuadrados de concreto en Las Peñitas, Primavera, Santa Cruz, Soledad, Quijano, El Rosal, etc., quedando inaugurados todos estos trabajos en el año 2000 con placas conmemorativas, después de discusiones porque había gente que no las aceptaba argumentando “que era mucho levantar a Antorcha, pero así se reconocía el mérito a todos los compañeros que luchamos para este gran logro del pueblo organizado”.
Para 1999 se logra un terreno en La Alameda destinado para un centro recreativo con canchas de basquetbol, béisbol y asadores debajo de los huizaches para convivencia familiar. Ese mismo año Antorcha se sumó a la campaña que llevaría al triunfo como presidente municipal a Antonio Almanza Galindo, aunque la representación de los organizados haya sido mínima en el ayuntamiento con un concejal a pesar de que la aportación fue numerosa en la contienda electoral pues se contabilizaron unos 1872 Antorchistas activos en el naciente municipio, pues antes era congregación perteneciente a Guadalupe.
El 17 de agosto del 2000, después de varias pláticas con el director del Colegio de Bachilleres (Cobaez), plantel Víctor Rosales, Antonio Alvarado y por iniciativa de mucha gente que acompañó a Tamayo Rodríguez (alias Pérez de la O) y tras el aval de autoridades educativas se tuvo una respuesta favorable a la petición de llevar una extensión del plantel Guadalupe.
Cabe aclarar que ya existía la preparatoria VI, por lo que un sector representado por los maestros y directivos de esta veían en Cobaez y en este proyecto una seria competencia en el nivel medio superior, pero existía la inquietud de quienes no tuvieron la oportunidad de estudiar de que sus hijos tuvieran otra opción dado el prestigio logrado. El plantel inició desde ceros, sin apoyo, sin terreno ni instalaciones, solo con el sueño de muchos por acercar escuelas competitivas y dignas; el ciclo escolar arrancó con 28 alumnos de primer grado absorbiendo estudiantes que viajaban a estudiar hasta Guadalupe o la capital buscando certificarse como bachilleres.
Así inició a operar esta institución en coordinación con autoridades de educación y del respaldo social, en ese tiempo se consiguió un local que estaba a un lado de la carretera en situaciones desfavorables pues no se contaba con sanitarios, esto era un problema a pesar de que se pagaba una renta muy elevada.
Así trabajaron los maestros antorchistas, sin salario y sin ninguna prestación económica oficial más que con la ayuda de la organización más la solidaridad de padres de familia, pero el Cobaez seguía desempeñando el proceso de enseñanza con docentes sin sueldo, pero con muchas ganas de sacar adelante a los jóvenes.
Hoy esta escuela tiene instalaciones propias, laboratorios equipados, con su planta docente reconocida, con antigüedad ante el subsistema y certeza laboral, sin duda, con la lucha se ha cambiado la vida de miles de jóvenes.
Como un reconocimiento a esta labor, el pasado domingo fue develada una columna donde se instaló una Antorcha trabajada en herrería a iniciativa de José Antonio Tamayo con el apoyo de Alonso Rodríguez y Cristian Tamayo. En este apretado resumen se pretende destacar la lucha inicial por impulsar el desarrollo de Trancoso y las dificultades que se tuvieron con esto, además de que es en reconocimiento a los dirigentes y activistas de Antorcha a lo largo de 32 años grabados en la memoria de muchos ciudadanos de corazón noble y no cegados por ambiciones personales.