Los feminicidios en México
El mes de marzo es el de las mujeres. Cada día 8 se celebra el día internacional de la mujer con reuniones políticas en donde se habla de sus derechos, se organizan desayunos en las oficinas, se entregan algunos obsequios y felicitaciones.
Un tema recurrente en estas celebraciones es el de la violencia contra las mujeres. Es natural que así sea porque en el origen de esta celebración están los asesinatos masivos de mujeres obreras que luchaban por sus derechos. Uno de los más significativos sucedió en 1857 cuando en Nueva York 146 obreras murieron calcinadas cuando el dueño de la fábrica decidió acabar con la huelga que ellas realizaban y para ello utilizó bombas incendiarias y trabó las puertas de salida.
La violencia contra las mujeres es especialmente grave en nuestro país. No existen datos oficiales porque ninguna instancia de gobierno federal da seguimiento sistemático y serio a este fenómeno. El más reciente estudio fue realizado por el Observatorio Ciudadano del Feminicidio en 18 estados del país, de enero de 2009 a junio de 2010, y documentó un total de 1,728 homicidios dolosos de mujeres.
Tan sólo en Chihuahua durante el año pasado se contabilizaron 440 homicidios de mujeres. En ese estado y en otras entidades del país los narcotraficantes ejecutan a las mujeres de sus adversarios como una forma de venganza.
Una gran cantidad de casos de violencia extrema tienen como responsable a la pareja sentimental. Cuando los hombres se sienten propietarios de las mujeres y creen que tienen derecho de golpear y abusar, la situación puede terminar de manera trágica.
Las encuestas que abordan el tema de la violencia de género muestran que en más del 60 por ciento de las parejas mexicanas se presentan casos de violencia, en sus distintas modalidades que van desde la psicológica hasta la física, llegando al homicidio en los casos extremos.
En otros países se ha demostrado que la existencia de información detallada y precisa sobre estos casos permite establecer políticas públicas eficaces para disminuir la violencia contra las mujeres.
La violencia contra las mujeres, al igual que todos los demás actos violentos, se incrementa cuando existe impunidad.
La mejor manera de celebrar en nuestro país a las mujeres en este mes de marzo sería que el gobierno federal y los gobiernos locales implementen las medidas necesarias para cumplir con los elementos básicos de prevención de violencia que establece la Ley.
Hasta hace unos cuantos años los códigos penales locales establecían que un hombre no cometía delito alguno si golpeaba a su esposa, siempre y cuando las lesiones provocadas no requirieran más de 15 días de hospitalización.
La violencia contra las mujeres trastorna y destruye no sólo sus vidas, sino también las de los niños que presencian y sufren la violencia en su casa. Una vida menos violenta en casa es el primer paso para tener una sociedad menos violenta en las calles.
La llegada de las mujeres a posiciones de poder, tanto en los gobiernos como en los parlamentos, permitió modificar este tipo de legislaciones y ahora las lesiones generadas por la pareja pueden y deben ser sancionadas. Sin embargo esto no basta. Es indispensable contar con información precisa para dimensionar en toda su extensión el terrible problema de la violencia contra las mujeres.
Es evidente que se han dado avances significativos en actos de trato, equidad y oportunidad para las mujeres sin embargo, debemos reconocer que su participación sigue siendo limitada e insuficiente para dar lugar a un desarrollo más integral y armónico de México.