Los cambios en el gobierno
El gobernador Miguel Alonso Reyes aceptó la semana pasada que haría cambios en su gobierno en los próximos días, luego de una serie de especulaciones y presiones sociales en torno a su gabinete que ha dejado la sensación de no ofrecer resultados.
El mandatario estatal cuidó dos aspectos que, desde su perspectiva política son fundamentales: no los hará por presión y sus compromisos políticos ya están saldados.
A pregunta expresa de la prensa zacatecana sobre si haría los cambios en su gabinete durante la segunda quincena de agosto, Alonso Reyes respondió lo siguiente:
“en todo momento hay esta posibilidad de movimientos, en todo momento, sin previo aviso, ni una temporalidad específica, puede haber movimientos”.
Pero el Ejecutivo del estado fue más allá, aprovechó la pregunta para explayarse. Apuntó lo siguiente:
“Yo lo hablaba ya, para este momento, para esta etapa, no hay compromisos, los compromisos que pudo haber habido ya están saldados, lo más importante y siempre ha sido esa la visión y el pensamiento es: servidores públicos honorables, servidores públicos eficaces que estén trabajando bien y que a través de otros indicadores como este programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, entonces estamos constantemente evaluando, entonces puede ser que sea en la segunda quincena de agosto, puede ser los primeros días de septiembre, puede ser pasando el informe, en cualquier momento”.
Miguel Alonso Reyes está exactamente a un mes de que envíe su primer informe a la LX legislatura del estado, porque ya no lo leerá ante el pleno del congreso debido a las modificaciones que se hicieron recientemente en la constitución local, pero seguramente hará un acto social en el palacio de las convenciones, para “arropar” social y políticamente la culminación de su primer año de ejercicio administrativo.
En distintos ámbitos del quehacer social y político se habla insistentemente de los cambios inminentes en el equipo del gobernador.
Quizá la palabra clave, el mensaje que está enviado a la sociedad y a la clase política esté en la frase “los compromisos que pudo haber habido ya están saldados”.
Lo anterior significaría que el gobernador tiene proyectado realizar cambios en la Secretaría General de Gobierno, en la Procuraduría General de Justicia del Estado, en la Contraloría Mayor, en el Instituto Zacatecano de Cultura y en la Secretaría de Educación y Cultura, que constituyen sin duda, las dependencias en las que evidentemente se muestran los compromisos con el priismo de viejo cuño y con el ex gobernador Ricardo Monreal Ávila.
En la Secretaría General de Gobierno el ingeniero Esaú Hernández Herrera no ha podido meter al orden al congreso del estado, porque ha sido rebasado por los apetitos de control del grupo de Raymundo Cárdenas, por ejemplo.
La política doméstica zacatecana no atraviesa por su mejor momento. No se observa la conducción de mano experimentada en la operación estatal, como tampoco tiene una presencia fuerte en lo mediático y al interior del gabinete, en donde se ha confrontado con algunos funcionarios de primer nivel.
Por otro lado el procurador Arturo Nahle García ha resentido un fuerte desgaste social por su estilo en la conducción de la política de seguridad y de impartición de justicia en la entidad.
Su constante presencia en los medios de comunicación social acusa un serio declive en la aceptación social en materia del combate al crimen organizado. Curiosamente esa no es su responsabilidad, pero es lo que más reflectores le han llevado y él, en su afán de fortalecer su presencia mediática, los ha aprovechado.
Sin embargo hoy día ese manejo se le ha revertido porque no ha entregado resultados positivos en el avance al crimen organizado en Zacatecas, en donde actúa a plena luz del día y en el centro histórico, como fue el caso del secuestro del presidente de la Unión Ganadera Regional de Zacatecas y del tesorero, quienes fueron raptados con lujo de violencia en las oficinas (gubernamentales, por cierto) ante la mirada atónita de unos 20 ganaderos que les acompañaban en una comida.
Y Arturo Nahle quien había reiterado en distintas ocasiones que no le echaría la “pelotita” a otras instancias, ahora se ha convertido en su deporte favorito, al solicitar a la PGR que atraiga el caso.
Guillermo Huizar Carranza, actual Contralor Interno del gobierno del estado presenta uno de los flancos más débiles, a grado tal que el gobernador le ha dado personalmente su respaldo y apoyo en dos ocasiones, pero se duda mucho que se lo vaya a dar en una tercera ocasión.
El contralor ha cometido varios errores durante su paso en la contraloría interna del gobierno estatal, pero el último que cometió al subirse al ring a debatir con el ex director del Issstezac, Víctor Roberto Infante González, en el noticiero de Stereo Plata en su informativo matutino, provocó el enojo del gobernador, incomodidad que mantiene hasta este momento. Es por ello que Huizar Carranza se ha encargado de filtrar a la prensa que los expedientes están resueltos, pero que están en el escritorio del gobernador.
La situación de Guillermo Huizar es harto difícil. Su paso por la Secretaría de Finanzas ha dejado huellas dactilares que hoy le presionan y que algunos de sus detractores han empezado a sacar del closet.
Su breve estancia en la dirigencia estatal del Partido del Trabajo y su polémico paso por la diputación en la LIX legislatura, le han creado un ambiente de parcialidad al frente de la Contraloría Interna, posición que fue pactada con David Monreal Ávila, actual líder petista, de acuerdo a la versión del senador Ricardo Monreal Ávila.
De hecho el grupo monrealista no le ve futuro en el Partido del Trabajo. En ese sentido el ex gobernador Ricardo Monreal Ávila lo desmarcó de ese grupo político y le recomendó que mejor se quedara en el PRI de Miguel Alonso Reyes.
Huizar Carranza lo tendrá que decidir en los próximos días. En el PRI lo contemplaron para que se incorporara a ese partido político, pero en un primer momento, lo rechazó. ¿Habrá segunda invitación? Probablemente si.
La Secretaría de Educación y Cultura a cargo de Marco Vinicio Flores Chávez es una posición negociada con la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, y en el marco de “los compromisos que pudo haber habido ya están saldados”, es una posición que Alonso Reyes podría tomar en cuenta para el relevo.
En ese mismo contexto se enmarca la permanencia de Gustavo Salinas Iñiguez al frente del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”, quien ha dado magros resultados en una instancia cultural llena de compromisos políticos que impiden la consolidación de proyectos que impulsen la vocación cultural del estado.
Gustavo Salinas es político, no promotor cultural y lo que espera es una candidatura al Senado de la República o mínimo, diputación federal.
Por otro lado el tema de seguridad se ha convertido en el factor prioritario y representativo de la actual administración. Es un tema que ha rebasado, incluso, las expectativas de obra pública y empleo, en un estado con serios rezagos en esa materia.
Sin embargo, en el balance cotidiano y social, no hay buenos resultados, sino al contrario. Prevalece la idea de que los responsables de esa materia, encabezados por el general Jesús Pinto Ortíz han sido rebasados por la realidad y el embate del crimen organizado.
Los generales causaron una buena impresión a su llegada, pero no han podido contener el avance de la inseguridad en el estado. ¿Decidirá el gobernador su permanencia al frente de esa estrategia? Probablemente si, pero se tendrán que hacer ajustes en lo operativo, coordinación y estrategia.
Con los ajustes del gobernador en el gabinete tendrá la oportunidad de reoxigenar a su administración y reorientar sus actividades y objetivos de gobierno.
La sociedad espera un cambio sustancial en la ruta.
Y el gobernador ya está bajo presión social. Por eso dijo lo siguiente en la citada entrevista con la prensa local:
“Entonces, estamos apretando tuercas donde se necesita, estoy permanentemente haciendo llamados a los funcionarios, lo hice en la reunión pasada del lunes por la mañana para que nadie se sienta seguro, pero sobre todo para que den un gran esfuerzo para poder cerrar bien este primer año de gobierno y, desde luego, arrancar el segundo con muchas más acciones concretadas y cristalizadas en esos primeros meses que han sido de saneamiento, de reestructuraciones financieras, también de acciones entregadas, pero esperemos que a partir del segundo año pueda haber muchos más acciones más aceleradas”.
Hay mucha presión social y los cambios podrían darse antes del informe de gobierno.