Lo sucio del ambulantaje toluqueño
RAÚL MANDUJANO SERRANO
Mire usted, la bella Toluca dejó de serlo, y comenzó a ensuciarse allá por 1985, cuando la calle de Juárez, desde Lerdo hasta Instituto Literario fue invadida por el ambulantaje, la piratería y la fayuca. Hasta 1995, en ese tramo las banquetas fueron tomadas y los postes invadidos por miles de “diablitos” que iluminaban la ilegalidad.
La solución fue trasladar a todos esos comerciantes informales al mercado Hidalgo y crear allá la plaza de la fayuca. Mientras, otra zona que era invadida por el ambulantaje era la terminal y el ahora occiso mercado Juárez, que no sólo tenían un perímetro que obstaculizaba las banquetas y la circulación, también incitaba la delincuencia, la indigencia y la basura.
Aquí la medida fue acabar con el mercado Juárez y trasladar a los comerciantes a otra plaza, en el llamado mercado de la Aviación e invertir en hacer del pasaje terminal un área comercial formal.
Pero no se van. El ambulantaje continúa y detrás de ellos, una incipiente mafia disfrazada de organizaciones de comerciantes que controlan la venta de elotes, tamales, helados, discos piratas, ropa de temporada y chucherías, además de dulces que a bajo precio ofrecen vendedores ingeniosos en los camiones urbanos.
Ya no existen los merolicos, se acabaron los curanderos de la calle, hoy proliferan mafiosos que se apoderaron de las necesidades de la gente, principalmente indígenas, ancianos y niños, y se debe poner un alto a este tipo de esclavitud disfrazada de oportunidades.
Por lo pronto el presidente municipal de Toluca, Fernando Zamora anunció que retirarían a los ambulantes de la ciudad. La medida es necesaria, pese a ciertas voces que claman que esto es una injusticia, cuidado, esas voces son la mafia a la que se trata de acabar…
Colofón.- Pancito blanco para el de Cacalco
Mientras degusta de un plato de sopa azteca, con sus trociscos de tortilla asada y su caldito bien caliente por los fríos invernales de Toluca, crema y queso, acompañado de un buen jarro de ponche, el hacedor de las argucias irreverentes sonríe. No es para menos, la Suprema Corte de Justicia dio a conocer la destitución del edil de Coacalco Erwin Castelán –seguro sudó frío y luego se le cayeron las aspiraciones políticas de reelección-, y lo mismo le pasó a su predecesor, don David Sánchez Isidoro, quien sería consignado ante un Juez de Distrito, por el incumplimiento de una sentencia. Y todo por andar corriendo a personal al que administraciones anteriores les dieron plazas definitivas para ampararlos en el cambio de gobierno.
Y como sea, el empleado corrido ya recibió cuatro millones 120 pesos de los ciudadanos coacalquenses, y más aún, puede reír más que el amanuense al retirarse poniendo a temblar a los ediles. ¿Injusticia? Seguro la hay en algún lado. Por lo pronto el trabuco quiere el alcalde solucionarlo negando tal destitución y presumiendo haber cumplido con el juicio de amparo.
Denle su pancito blanco pa’l susto al alcalde…
Susurros.- Anibal González ¿La sorpresa para Toluca?
Susurran en los pasillos de la sede municipal del PRI en Toluca, que lo que parecía ser una terna entre los aspirantes priistas para contender como candidatos por la alcaldía de Toluca, ahora se ha convertido en una cuaterna, con la sorpresa de un personaje que en pocos “días” ha impactado en las preferencias electorales. Se trata de Aníbal González, quien se ha mostrado con una imagen juvenil y fresca, pero con una experiencia basta y silenciosa en cargos partidistas y de servicio público; parafraseando a Luis Donaldo Colosio se ha presentado como un actor de las bases priístas que han logrado sus metas “a través del esfuerzo y no del privilegio”.
Aníbal se perfila como una verdadera revelación por ser una mezcla partidista, con un perfil de trabajo ciudadano; la decisión solo radicará en una mente inteligente que hace el balance por el balance del cambio generacional y de la clase política que requiere este municipio de Toluca… Hasta otro Sótano.
Twitter: @raulmanduj