Latinoamérica herida

JARQUÍN EDGAR

Tomo el título de Eduardo Galeano: Las venas abiertas de Latinoamérica, para describir lo que vivimos en esta región, porque sí las venas siguen abiertas, sangran y duelen.

Recién se cumplieron 43 años del golpe militar en Chile y hablar de ello hace que el corazón se detenga, hace que un río de agua salada recorra el alma de muchas personas que lo vivieron de manera directa. Quienes han sobrevivido a la atrocidad del golpe de Estado y lo que vendría después, hasta 1990, bajo el régimen de Agusto Pinochet.

Nueve años antes que en Chile, Brasil sufrió en 1964 el primer golpe de Estado, un golpe militar. 50 años después Dilma Rousseff, con medidas sofisticadas fue destituida del cargo apenas hace unos 15 días. Ella llamó a esto como un golpe de Estado misógino. Se trató del segundo golpe de Estado vivido por la ex presidenta brasileira, la primera mujer gobernante en la historia del país sudamericano. Del primero fue una víctima y más tarde una sobreviviente. Del segundo, Dilma Rousseff está herida, como muchas mujeres en ese país donde los derechos conquistados en 1os últimos 15 años corren serio peligro. Pero la herida de Brasil es una afrenta para todas las mujeres de América Latina.

En estos momentos la población de Colombia vive una sensación de contradicciones por la firma del Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, gestadas en Cuba.

El próximo 2 de octubre, las y los colombianos decidirán si avalan o no los acuerdos a través de un plebiscito. Un pacto hecho entre el patriarcado y al que las mujeres, el botín de guerra de todas las guerras ven con singular simpatía. Pero ojo, por loco que parezca, no toda la gente está de acuerdo. Por lo pronto, todo apunta a que la sociedad colombiana de un paso decidido para acabar con 50 años de terror, 53.3 por ciento de la población dará el sí, según una encuesta de la firma Datexco Company, pese a lo que en ese país llaman una guerra sucia para no concretar la paz. Es, aseguran los que saben, un llamado a votar por la ansiada paz colombiana.

En México que al paso del tiempo acumula años de terror también saca de manera permanente a la calle a las personas para protestar por la corrupción, por la impunidad y la falta de justicia. Pero la más notoria de todas, por los últimos tiempos, será sin duda la ocurrida Las calles se llenan de mujeres y hombres con una sola demanda: !EPN renuncia! Un hilo conductor llena la memoria y el presente: la indignación y la impunidad.

Y en medio de todo, las latinoamericanas vivimos una sensación que paraliza el corazón pero no el cerebro. Se trata del avance de iniciativas retrógradas que ponen en riesgo derechos que a las mujeres les han costado sangre y lágrimas. El próximo 28 de septiembre, el día por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe es una buena oportunidad para articular una acción global desde todos los rincones de este continente donde mujeres, como las chilenas o las hondureñas y las propias mexicanas, están peleando sus derechos trastocados por la injerencia de la iglesia católica, principalmente, en asuntos de Estado.

El sueño de Bolívar para luchar contra la penalización del aborto ¿será posible?

Oaxaca agresión a periodista

La impunidad es el padre de todas las calamidades. Las agresiones contra periodistas en Oaxaca es el pan nuestro de cada día, pero estas agresiones empiezan a ocurrir con más frecuencia y con violencia innecesaria contra quienes lo único que hacen es cumplir con su tarea: informar.

Por muchos años, los medios fueron un brazo importante para las movilizaciones de la Sección 22 de la CNTE en el caso de Oaxaca, pero hoy el magisterio está molesto, inconforme, enojado, cansado de esta práctica rudimentaria de cerrar calles, tomar el zócalo, bloquear carreteras, hacer marchar…en fin. El profesorado está harto de obedecer liderazgos y estrategias equivocadas, como lo está la ciudadanía.

Algún día se tendrá que entender que ser periodista es asumir una posición crítica, analítica, investigadora. Tomar los hechos no significa tomar dictado y ver solo lo que las y los profesores quieren que la ciudadanía vea. Por eso, por las constantes críticas de la prensa, es que están molestos y arremeten contra toda aquel periodista, mujer u hombre, que haga su trabajo.

El pasado sábado la compañera Citlalli Cid fue retenida por un grupo de maestras durante media hora, la intimidaron y la asustaron. Eso le ha pasado a más de una docena de comunicadores, algunos con peor suerte que otros. Pero el caso de Citlalli Cid, llama la atención porque no les importó, incluso, su muy manifiesto embarazo. La reportera entró en crisis y envío, vía whats app un llamado pidiendo auxilio presa del pánico. No es para menos. Rodeada por una turba de molestas profesoras pudo pasar a una agresión mayor de no ser porque mediante ese llamado fue auxiliada por otros y otras reporteras.

En Oaxaca, quienes nos dedicamos a la tarea profesional de informar, estamos hartas y hartos de tanta impunidad, el problema repito es que el gobernante en turno, Gabino Cué Monteagudo, cuenta los días para irse, aunque sabemos bien que hace meses que mandó al diablo a Oaxaca.

Nuestra solidaridad con Citlalli Cid y hacemos votos para que ese desaguisado no afecte su salud ni la de su futuro hijo.

@jarquinedgar

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