Las Reformas de Peña
JORGE ÁLVAREZ MÁYNEZ *
Había muchas especulaciones sobre las prioridades que fijaría Enrique Peña Nieto en el arranque de su gobierno.
Muchos sugerían que se re-editara el famoso “Quinazo” del Salinato: “agarrar a un pez gordo”, dar un golpe de efecto mediático que lo legitimara y lo liberara de la complejidad que una elección competida supone.
Otros más apostaban porque aprovecharía el periodo de transición para impulsar reformas alentadas desde los grandes capitales: específicamente, en el sector energético, con la apertura de áreas estratégicas de Pemex a la Inversión Privada.
Pero Peña decidió, al igual que Miguel Alonso en el inicio de su gobierno (la primera iniciativa que depositó en el Legislativo fue la creación del Tribunal de Cuentas), apostar por la transparencia y la rendición de cuentas, proponiendo dotar de autonomía constitucional al IFAI y ampliar su mandato a los Poderes Legislativo y Judicial y a los tres niveles de gobierno (incluyendo Estados y Municipios).
Sobre esta decisión hay varias hipótesis. Algunos dicen que es una forma de legitimarse tras los escándalos y acusaciones de compra de votos. Otros señalan que lo que se busca es marcar distancia con el PRI tradicional y la sombra de corrupción que lo persigue.
Según mi punto de vista, esta reforma sería el primer gran manotazo sobre la mesa de Peña Nieto para detener los excesos de jueces, magistrados, alcaldes y gobernadores.
Si alguien conoce el esquema de discrecionalidad que opera en otros Poderes y niveles de gobierno es Enrique Peña, y sabe que la forma de combatirlo debe de ser fortaleciendo las instituciones democráticas que hoy existen, no regresando a un presidencialismo autoritario.
Para los programas sociales que Peña se ha planteado, requiere de austeridad y también ofrecer transparencia en el gasto si es que quiere recaudar más. Por eso va contra los Poderes y los niveles de gobierno que no han sido tocados por los contrapesos reales.
Sin embargo, fuera la que fuera su motivación, la propuesta de Peña Nieto es válida en sí misma. Si quiere enterrar la imagen del PRI corrupto con medidas como ésta, bienvenidas sean. La oposición debe tomarle la palabra al presidente electo hoy que las condiciones son idóneas.
En Zacatecas, la clase política desaprovechó en su momento la oportunidad de hacer lo propio con la propuesta de Miguel Alonso para crear un tribunal de cuentas. Y aunque todavía podríamos re-lanzarlo (y seguiremos luchando para que así sea) los tiempos políticos han generado desánimo para su aprobación tanto en el equipo de gobierno como en la oposición.
No dejemos que suceda lo mismo con las propuestas en materia de transparencia de Enrique Peña. Fortalezcamos el IFAI para que actúe ahí donde los gobernadores y los presidentes municipales no han permitido que se actúe.
Aprobar dicha reforma no es fortalecer a Peña, sino fortalecer los mecanismos que nos garantizan orientar al PRI y a las instituciones por el camino de la consolidación democrática y no el opuesto. Que la legitimidad se de a partir de gobiernos eficientes, y no de golpes de efecto.
P.D. En días pasados, no ha faltado el oficioso compañero que me ha acusado de “ir sin rumbo” en la Legislatura por el fondo de mis propuestas. A continuación, les dejo las respuestas de Enrique Peña Nieto en el Foro “Preguntas cuyas respuestas podrían transformar a México” que se realizó hace unos meses a invitación de intelectuales como Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín:
¿Las candidaturas independientes?
• Sí, estoy de acuerdo en impulsar su regulación. Las candidaturas independientes impulsarán la competitividad de los partidos políticos al obligarlos a estar más cerca de la ciudadanía y atender más efectivamente las demandas sociales. Se debe regular su acceso a financiamiento y medios de comunicación.
¿Los matrimonios del mismo sexo?
• Tengo pleno respeto a la diversidad sexual. Respetaré las decisiones que sobre este tema establezcan las legislaciones estatales.
*Diputado local