Las Piezas del Ajedrez: Siguen ladrando los perros

EFRAÍN ESPARZA MONTALVO

“Si lo que se prometió fue la cuarta transformación, no una boda de cuarta”: Arlequín; El Universal.

En efecto, los de siempre, los chayoteros que durante años defenestraron la legítima aspiración de Andrés Manuel López Obrador de jugar por la Presidencia de la República inventándole hasta de lo que se iba a morir, acaban de encontrar el pretexto perfecto para seguir clavándole la daga que sin embargo no lo doblega, pues lo acusan de incongruencia al aceptar ser el padrino en la boda “fifí” del año de su colaborador César Yáñez Centeno.

El acto, que tuvo lugar la semana pasada en la capital poblana y que reunió a la crema y nata de Morena, sirvió de marco para que los pistoleros del gobierno, en sus respectivas columnas de opinión, destrozaran el discurso de austeridad del presidente electo y de paso lo acusaran de incongruente al solapar una acción que, pese a ser de particulares, lo incluyó en la lista de invitados especiales. La boda de César Yáñez, dicen los incólumes opinólogos, es el más grande error cometido por Andrés Manuel, hasta ahora.

Pero, ¿por qué el afán de acusar al presidente electo de algo que no es su responsabilidad? Veamos.

Andrés Manuel arrasó en las elecciones de julio pasado y cuenta con un respaldo social impresionante como no se tenga memoria en la historia reciente de nuestro país; eso, quiérase o no, representa la fuerza más grande que cualquier político anhela toda vez que significa la posibilidad de subsistir en el mapa político nacional, o extinguirse por completo, y en ese riesgo se encuentran precisamente los enemigos de siempre y que esta vez orquestaron la infame campaña de odio en contra del presidente electo.

¿Cuál es el pecado de Andrés Manuel al haber asistido a la boda de uno de sus amigos? Ninguno. El discurso de austeridad y anticorrupción se mantiene pues la boda de César Yáñez se hizo a su gusto y de su cónyuge, y con recursos propios, sin un solo peso de por medio del presupuesto federal o de las partidas a Morena, porque los contrayentes tienen para eso y más; punto.

¿O qué quieren, que el presidente acuda sólo a bodas pinchurrientas donde se contrate al fotógrafo del pueblo, se sirva mole con arroz, agua de sobresito y no haya ni madres de flores porque están muy caras? Bonito futuro les espera a los morenistas interesados en casarse durante los próximos seis años y que tengan algún vínculo cercano con Andrés Manuel, aunque sea de amistad, porque están condenados a contraer nupcias jodidas y en espacios madreados, para evitar que a los honorables señores de siempre, que durante décadas sembraron el odio y la división en este país, les vaya a molestar.

Andrés Manuel es un hombre de palabra, cabal, que no necesita de lucecitas de bodas para brillar como lo ha hecho durante más de dos décadas. Si acudió a las nupcias del señor Yáñez es porque lo tiene en alta estima y eso se valora, de modo que no tengo la menor duda de que más que razón, los envidiosos tienen rabia de que César Yáñez se haya pagado una boda “fifí”; están que se los carga pifas, y no pueden con eso.

Los periodistas pistoleros del gobierno han hecho un gran circo de la boda “fifí”, y cortan leña de lo que llaman “la incongruencia” de Andrés Manuel López Obrador que un día promete austeridad y otro se regodea con la elegancia, mientras que los temas que de verdad interesan, como los que desangran a este país, quedan en segundo plano. Aquí vale más la dicotomía de un discurso que las decenas de muertos y desaparecidos de todos los días, o los robos millonarios de políticos abusivos; a eso nos ha acostumbrado nuestra aristocrática clase política.

Por eso creo que en el tema de la boda de César Yáñez, siguen ladrando los perros.

De salida 1.- Las Piezas del Ajedrez radio. Atentos, muy pronto estaremos de vuelta con nuestro programa de radio por internet “Las Piezas del Ajedrez”, por www.sustaitaradio.com Más adelante todos los detalles. Esperamos que nos sintonicen para que juntos construyamos ciudadanía.

De salida 2.- AMLO. La visita de agradecimiento de Andrés Manuel López Obrador a Zacatecas el pasado domingo, sirvió para dos cosas: para reafirmar el liderazgo del presidente electo; y, para recordar que los Monreal tienen el control absoluto del estado, por encima incluso del gobernador Alejandro Tello Cristerna.

De salida 3.- Le feria. Dicen los enterados que las expectativas de los organizadores de la edición 2018 de la Feria Nacional de Zacatecas, no se cumplieron pues ni se ocuparon todos los espacios destinados para los comerciantes, ni hubo la afluencia necesaria para que todos terminaran felices y contentos. Los espectáculos en el Multiforo fueron los que medianamente “salvaron” a la feria. Urge un cambio de rumbo de la festividad para los tres años que le restan al gobierno, o de lo contrario, Tello cargará con ese lastre.

Hasta la próxima.

El autor es analista.

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