Las Morismas de Bracho, tradición de 179 años en Zacatecas
MARY CHÁVEZ
Zacatecas, Zac.- La representación de las Morismas de Bracho, fiesta tradicional religiosa, histórica y cultural en honor a San Juan Bautista, que tiene lugar desde 1836 y es la más antigua e importante de México, tuvo como actores a más de 13 mil personas.
Esta escenificación de la Batalla de Lepanto, protagonizada entre moros y cristianos, tiene 179 años de realizarse en la entidad en un escenario natural como es el cerro de San Martín, desde donde bajan los participantes, hasta llegar a la explanada en Las Lomas de Bracho.
El vocero de la Diócesis de Zacatecas, el presbítero Manuel Chacón, dio a conocer que más de 70 mil espectadores se congregan el último fin de semana de agosto, para presenciar la representación sobre las decapitaciones de Juan el Bautista y el rey moro.
El representante de la Iglesia Católica agregó que este año se rompió récord de actores, al superar los 13 mil, así como el de asistencia de espectadores, lo que reafirma a las Morismas como una manifestación de fe.
Sobre todo, dijo, es una manifestación de fervor a Juan Bautista, que sus devotos expresan con sacrificios corporales, como recorrer de rodillas cerca de un kilómetro de distancia desde la entrada a Bracho hasta el altar o participan en la batalla de tres días, sin importar las condiciones climáticas, sea bajo el sol o la lluvia.
La celebración de las Morismas de Bracho 2015 se desarrolló del 27 al 30 de agosto, y para los creyentes representan una verdadera fiesta, donde los colores vivos del vestuario, el retumbar de los tambores, los disparos de rifles, el olor a pólvora y la alegría son una constante.
En esta, una de las representaciones más antiguas y emblemáticas de Zacatecas, y la más importante de México, se efectúa la escenificación que data de 1836, cuando se constituyó en Zacatecas la Cofradía de San Juan Bautista, en cuyo honor se organizan las Morismas de Bracho.
El otrora director de Asuntos Religioso del Gobierno del Estado, Gerardo Luna Tumoine, explicó que la alegoría recrea tres hechos importantes de la historia bíblica y medieval, que narra las batallas entre moros y cristianos en los siglos VII y XVI. Son la muerte de Juan el Bautista, bajo la orden de Herodes Antipas; la muerte del pagano Almirante Balán en manos del emperador Carlomagno; y la Batalla de Lepanto.
Se trata, precisó, de una de las tradiciones más arraigadas en el pueblo zacatecano, tan es así, que prácticamente en cada familia hay un actor de esta batalla, incluso las hay donde todos los integrantes participan, pues la costumbre de actuar se ha pasado de generación en generación.
Uno de estos casos es el de Salvador Lamas, quien desde hace 57 años participa en las Morismas de Bracho, primero como soldado, luego como rey moro y desde hace algunos años representa al Almirante Balán, quien pelea contra Carlos I y mejor conocido como Carlomagno.
En las nuevas generaciones también se arraiga esta tradición, tal y como sucede con Maricarmen Castro Dávila, una niña de 12 años, que desde que tenía tres actúa de mora, en honor a “San Juanito” y lo hace porque su bisabuelo se los inculcó.
Él era moro y toda su familia (unos 20 integrantes) también, comentó. A su vez, Carlos y Ernesto, que vienen desde el municipio de Calera, son cristianos y pertenecen a una banda de guerra que desde hace 30 años participa en esta obra que revive la Batalla de Lepanto, ocurrida el 7 de octubre de 1571. Ellos escogieron ser cristianos porque les gusta representar a Dios.
Ricardo Núñez Rodríguez desde hace 36 años es moro. Tenía cinco años cuando con su hermano, participó por primera vez en Las Morismas de Bracho, y ahora toda la familia, sus primos, hermanos, tíos, son moros. Él señala que esta batalla es en honor a San Juan Bautista, único santo al que se le celebra su nacimiento, el 24 de junio, y se conmemora su muerte, el 28 de agosto, por eso se hace esta festividad.
Las miles de mujeres y hombres devotos de San Juan Bautista participan en esta escenificación, que cumple 78 años de efectuarse de manera organizada con la presencia de diversas cofradías, pero que en Zacatecas se celebra desde la época virreinal, en solemnidad al martirio de Juan Bautista.
LNY/Redacción
