Lamentable, salida de Cuauhtémoc Cárdenas

Verdaderamente lamento la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas al Partido de la Revolución Democrática. Él es el líder moral de nuestro partido de izquierda, compañero y guía en muchas de las batallas que hemos librado por la democracia de México, por el respeto a la decisión ciudadana y la defensa del voto.

El Sol Azteca pierde, con su salida, no sólo a uno de los activos más importantes, sino a uno de sus fundadores, quien junto con un grupo de mujeres y hombres, en 1989, conjuntaron sus esfuerzos, sus ideales y sus proyectos para construir al PRD y darle a México un partido de izquierda, progresista, de lucha y de democracia.

Ayer, se dio amplia difusión a la renuncia de Cárdenas Solórzano al PRD y hoy aparece en los titulares de la prensa nacional. Claro que su salida es una noticia de impacto hasta de niveles internacionales, por las implicaciones que para las y los perredistas representa, pero sobre todo para la propia izquierda mexicana y del mundo.

Sin embargo, y ante la decisión contundente del líder moral, que presentó con carácter de irrevocable, la dirigencia nacional del partido deberá ahora establecer su posición frente a este hecho, que reitero, lamento en gran medida.

La carta de renuncia a su militancia, de toda la vida, que Cuauhtémoc Cárdenas presentó ante la dirigencia nacional, alude diferencias que bien merecen ser analizadas.

Pero deseo destacar la afirmación en la que indica que su salida es una decisión individual y que respeta el camino que cada militante decida tomar.

Estoy seguro que su partida del instituto político, que hace 25 años fundó, no lo apartará de sus convicciones de izquierda ni de su lucha por la democracia de la nación, porque él continaurá su esfuerzo desde las trincheras a su alcance.

Asimismo, deseo destacar que el Sol Azteca siempre se ha caracterizado por la lucha que a su interior se da entre la militancia, permitiendo la expresión de las ideas y las diferencias, en la búsqueda de acuerdos y unidad que fortalecen.

Desde hace tiempo eran evidentes las diferencias entre la dirigencia y Cuauhtémoc Cárdenas, quien ya había solicitado la renuncia del presidente nacional y que se hicieran cambios radicales en la conducción del partido.

Con su decisión, nos queda claro que no se lograron las concordancias, tal y como el propio Cárdenas lo alude en su misiva, en la que manifiesta desacuerdos de años en la conducción del partido, la consolidación de cuotas y pesos al interior.

Durante años coincidió en temas y luchas fundamentales perredistas, pero al parecer, llegó el tiempo de despedirse y continuar por senderos diferentes.

Sin embargo, y pese al conflicto que su decisión causa, considero que la salida de Cárdenas abre para la dirigencia que encabeza Carlos Navarrete una oportunidad para analizar al interior las situaciones que se presentan, de tal forma que se fortalezca al partido, máxime cuando nos encontramos en un año de comicios.

Posiblemente la oposición intentará aprovechar esta coyuntura para desprestigiar al PRD en busca de obtener beneficios electorales, aunque sus esfuerzos únicamente quedarán en eso: intentos, porque esta dirigencia es una de las más fortalecidas al emanar de un proceso interno transparente, organizado por el Instituto Nacional Electoral y legitimado con el voto de la militancia.

Por ello ahora, convoco a los perredistas a trabajar en fortalecer y unir al Sol Azteca, para constituirnos ante la ciudadanía como una real opción electoral. Ese será el reto y la meta a alcanzar, de tal forma que en las elecciones de junio próximo obtengamos el respaldo del electorado.

Vamos a continuar trabajando, seleccionemos a los mejores perfiles para las candidaturas a los puestos de elección popular que en el 2015 estarán en juego, unamos esfuerzos para alcanzar los triunfos en los comicios y con ello demostraremos a nuestros detractores que la izquierda en México está viva, que no depende de figuras o personas, sino que está constituida por miles de ciudadanos y ciudadanas libres, que buscamos un cambio de nación.