La Última etapa electoral

Juan GómezJUAN GÓMEZ *

El proceso electoral para renovar las 58 alcaldías y el congreso del estado se encuentra en su última fase de proselitismo, en la que se observa una tendencia muy cerrada en las preferencias electorales.

Sin embargo la generalidad de los estrategas electorales poco o nada han hecho para revertir no solo las tendencias que le son desfavorables, o que mantienen una estrecha ventaja en la contienda, bien sea por la falta de recursos técnico o bien, porque los candidatos son reacios a cambiar sus formas de comunicar y comunicarse.

En Zacatecas los partidos políticos gobernantes, por ejemplo, han asumido tradicionalmente el control de facto de los procesos electorales e incluso, han adoptado actitudes autoritarias de premio o castigo, tanto para el aparato burocrático-político como para los medios de comunicación.

Dichas organizaciones políticas confían sustancialmente en un factor: el poder del Ejecutivo, lo que les permite dos ventajas, el recurso económico y la estructura territorial que opera bajo la sombra del aparato gubernamental.

Sin embargo, nada de ello sirvió en 1998 cuando el PRI perdió el poder y tampoco fue un factor decisivo, cuando en el 2010 el PRD regresó el gobierno a manos del Revolucionario Institucional. Fueron sin duda, otros aspectos los que propiciaron la transición.

Otra herramienta que ha surgido en los últimos 15 años aproximadamente es el uso de encuestas que van marcando las tendencias en los procesos electorales y por lo tanto, orientan las preferencias de los ciudadanos como una forma de manipulación.

Por supuesto que no todas las casas encuestadoras actúan privilegiando el factor económico, sino que existen también las que mantienen una ética profesional y sobre todo profesionalismo en su trabajo de opinión.

En este contexto el Partido Revolucionario Institucional ha publicado algunas encuestas en las que sus candidatos mantienen una preferencia holgada respecto a sus principales contendientes, aunque el colectivo popular no comparte en términos generales esos pronósticos tan optimistas.

Es evidente que el PRI se ha pronunciado por el manejo de tendencias favorables para generar un clima de triunfo sobre sus oponentes políticos y de esa manera, construir un escenario que favorezca a sus candidatos y candidatas.

En contraparte la oposición no ha publicado una encuesta que marque una tendencia diferente al Revolucionario Institucional y en cambio, ha desacreditado la publicación de encuestas que han sido publicadas en dos medios de comunicación locales, argumentando que no han cumplido con la normatividad establecida por el Instituto Estatal Electoral.

Desde mi punto de vista la publicación de encuestas en Zacatecas si bien es cierto fue un factor importante durante el proceso electoral en las elecciones del 2010, hoy en día es un recurso estratégico que ha sufrido un serio desgaste, en un escenario social y político muy diferente al de los comicios para renovar la gubernatura.

En este sentido se observa que el partido en el poder utiliza un recurso probado que le dio grandes dividendos electorales en el pasado inmediato, pero ha descuidado otros que podrían garantizarle la mayoría en los ayuntamientos y en el congreso.

En tanto los partidos opositores tampoco han recurrido a estrategias innovadoras que les permitan consolidar un triunfo en el presente proceso electoral 2013.

La oposición en Zacatecas le ha apostado más al desgaste del gobierno estatal en turno y a las malas administraciones municipales, que a un trabajo de creatividad electoral y construcción de discurso.

¿Cuál de estas dos estrategias, tanto del PRI como de la oposición dará resultado?

Por otro lado y salvo algunas excepciones, se ha visto que en la mayoría de los candidatos tanto del PRI como de la oposición, lo que prevalece es la improvisación y la ocurrencia.
Lo anterior significa que no existe una planeación de las campañas políticas y menos aún, la preparación y capacitación de los contendientes en los comicios.

Si no se planea en todos los ámbitos desde los recursos humanos, económicos y en especial mediáticos, difícilmente se podrán lograr los objetivos electorales y se le apostará a la suerte, a la fortuna o bien, a la fatalidad.

O lo que es peor, al gobierno en turno.
Porque a final de cuentas, quien gana o pierde los procesos electorales, son los gobiernos.

Las campañas políticas, como sucede en otros ámbitos del país, deben ser organizadas y conducidas por profesionales de la política y la comunicación, para que pueda elevarse incluso el nivel de la contienda.

Los políticos zacatecanos deben entender que la copia o repetición de los recursos que en otros momentos les dieron buenos resultados, deben modificarse, transformarse, porque la utilización de las viejas herramientas no siempre tiene la misma efectividad.

Las campañas políticas están prácticamente a 20 días de concluir y los zacatecanos han tomado ya una decisión para elegir a sus representantes populares y a sus gobernantes municipales, salvo la gran franja de indecisos que aún prevalece en los estudios electorales.

Esa gran franja de indecisos puede modificar la tendencia en las preferencias electorales y darle un giro inesperado al resultado electoral.

Además los errores que cometan los candidatos o candidatas, contribuirá a la derrota en la presente contienda electoral en la que también, se calificará al gobierno de Miguel Alonso Reyes.

Al tiempo.

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