La sucesión 2018 y Zacatecas
MANUEL IBARRA SANTOS
Las elecciones en cuatro entidades del país del domingo pasado aceleraron el proceso de sucesión presidencial del 2018 y abrió los espacios de lucha encarnizada por la madre de todas las batallas políticas, la que definirá no sólo el destino de la nación sino el futuro inmediato de los Estados de la República, de los gobernadores, de los grupos e individuos, de las dinastías familiares e incluso de las mafias del crimen organizado.
Todas las dimensiones de la sociedad nacional -la económica, política y social-, estarán marcadas y determinadas por los comicios del próximo año que servirán para renovar en el país la presidencia de la república y el Congreso de la Unión, así como las alcaldías y las diputaciones locales, en el caso Zacatecas.
Tres características destacaron en las elecciones recientes del Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz: (1) la competencia reñida entre participantes; (2) la presencia del factor de la incertidumbre que debe distinguir toda democracia moderna; y (3) el sentimiento de renovación, además del hartazgo manifestado por la ciudadanía.
La acentuada incertidumbre será la condición reinante que se imponga en la dinámica de lucha por la sucesión presidencial 2018 y ningún competidor podrá anticipar triunfo alguno, pues las reglas de oro de la participación se han modificado.
El régimen político mexicano y sus partidos se acercaron a un punto de quiebre, que exige su oxigenación, producto de la evidente ilegitimidad frente a las nulas respuestas eficientes otorgadas a las demandas ciudadanas insatisfechas, las que han incubado un profundo sentimiento de hartazgo e inconformidad en la gente.
Nadie por fuerte que se sienta podrá cantar victoria anticipada, cómo se hacía en la época del partido único, en donde las elecciones presidenciales eran una especie de trámite, reforzado por la democracia clientelar y la compra del voto de la miseria y la pobreza. Ahora ni eso prosperará y los contendientes tendrán que modificar de raíz sus estrategias en los comicios venideros.
La sucesión 2018 y el papel que jugará Zacatecas
Las elites políticas zacatecanas tendrán que determinar con visión estratégica cómo jugar en el escenario de la sucesión presidencial del 2018, con la finalidad de que nuestro Estado no quede en posición marginal en la distribución del poder político nacional, como ha sucedido lamentablemente a través de la historia.
En el mapa electoral del país Zacatecas sólo representa el 1.4 por ciento de los votos, lo que habla de la presencia frágil y endeble de nuestra entidad en los procesos de negociación nacional.
Para hacer presencia en el país más allá de los votos, las élites políticas zacatecanas requerirán mostrar fuerza argumentativa, unidad y, por supuesto, capacidad en el diseño de proyectos para el desarrollo de nuestro Estado, así como autoridad para defenderlos.
La elección del presidente de la República
Después de Plutarco Elías Calles, de 1924 a la fecha, la historia de México registra la presencia de 17 presidentes de la República. El próximo año se elegirá al número 18, en este periodo histórico.
De estos 17 mandatarios, quince los postuló el llamado instituto político de la Revolución Mexicana (PRI) y dos más propuestos por el Partido Acción Nacional.
En la etapa del Partido hegemónico, los triunfos electorales resultaban un mero trámite, en donde la competencia estaba dominada por simulación democrática.
Ahora las reglas han cambiado y la elección presidencial del 2018 estará determinada por la incertidumbre y será de pronóstico reservado, sin duda.
Lo deseable será que Zacatecas salga bien librado de dicho proceso. Pero eso lo determinará sólo la actitud responsable y profesional de las élites políticas.