La reforma migratoria de los Estados Unidos
ALEJANDRO TELLO CRISTERNA *
Las sociedades se conforman por individuos, y estos, se encuentran en constante evolución. Por lo cual, sería justo afirmar que las sociedades como las personas, están en movimiento permanente, lo que las convierte en entidades dinámicas. Su movimiento, hay que decirlo, no es arbitrario, ya que tiene un fundamento y de igual manera busca un objetivo.
Entre los cambios más representativos de las sociedades, se cuenta el fenómeno social de la migración. Dos causas históricas sería conveniente revisar de manera breve, para comprender de mejor manera dicho fenómeno, el cual ha adquirido tal relevancia, que se ha convertido en el tema de mayor interés en los últimos días, dentro de la agenda política de los Estados Unidos.
Primero: la migración es una respuesta histórica social al fenómeno de la colonización post industrial europea y la expansión territorial estadunidense. Segundo: durante la crisis de mano de obra en Estados Unidos, debido a su intervención en la Segunda Guerra Mundial, fue la mano de obra mexicana, la que previno el desabasto de alimentos en el vecino país del norte. A este evento, se le conoce como el programa bracero, proyecto que duró poco más de dos décadas y que tiene sus claroscuros.
Desde su primer periodo, el presidente Barack Obama había buscado los medios para llevar a buen puerto la reforma migratoria que por fin ahora, parece que sucederá. Sin embargo, las necesidades de una cobertura global de salud en Estados Unidos, le obligaron a invertir su capital político en el congreso, a favor de la reforma de salud. El voto latino se resintió de cierta manera con la mediada, puesto que una de sus propuestas de campaña había sido promover y conseguir la reforma migratoria. Ahora, durante su segundo periodo de ejercicio, resulta ya un tema de imposible sustraerse y no afrontar.
Estados Unidos es una Nación que se ha construido en diversos sentidos, gracias a la migración. Es por tanto, definitivamente falso, que su gobierno esté en contra de una reforma migratoria favorable a las minorías migrantes de mayor auge y número en aquel país. Sin embargo, los números estimados que presentan las cifras oficiales al respecto de la migración ilegal que por ejemplo, labora en el campo, son abrumadoras, pues según el diario El Economista, el 70% de los trabajadores rurales mexicanos en los Estados Unidos, son indocumentados, esto puede motivar elementos poco benéficos dentro de la reforma para nuestros compatriotas en aquel país.
Es preponderante por tanto, que sumemos todas nuestras voces y nuestras voluntades, a fin de que la reforma migratoria estadounidense, no solo suceda (esto ya que parece destinada a ocurrir, gracias a la aparente convergencia de opiniones que se ha suscitado entre los dos partidos políticos de nuestro vecino país del norte), sino que hagamos lo posible desde nuestra competencia, para que al ocurrir la reforma migratoria, sea congruente con el beneficio histórico que la mano de obra mexicana le ha proporcionado a los Estados Unidos desde hace muchas décadas.
Tampoco debemos olvidar todo lo que nosotros mismos como nación, le debemos a los migrantes, puesto que su trabajo, traducido en remesas, ha representado desde siempre un ingreso fundamental para el país. En la actualidad, se estima que los trabajadores migrantes aportan el 4% del producto interno bruto de la nación, lo que equivalió el año anterior, a casi la mitad de la producción de Pemex, es decir, alrededor de 22 millones de dólares.
Por ello y muchos otros motivos estaremos expectantes a los pasos que en la Reforma en comento, se vayan dando en próximos meses en la unión americana.
