La Reforma Ferroviaria: Un Paso Firme Hacia el Desarrollo Nacional

ULISES MEJÍA HARO

La reciente aprobación del dictamen que reforma el marco legal del sistema ferroviario mexicano no es solo un ajuste normativo, sino una decisión estratégica que redefine el futuro de la movilidad y el desarrollo económico de nuestro país. Esta iniciativa, impulsada con visión de Estado, representa un punto de inflexión en la recuperación del control soberano sobre una infraestructura clave para la integración nacional y la competitividad internacional.

Como representante popular, asumo con responsabilidad la defensa de este proyecto porque entendemos que el ferrocarril es mucho más que rieles y locomotoras: es un eje articulador de cadenas productivas, un detonador de desarrollo regional y una solución ambientalmente responsable frente a los desafíos del transporte en el siglo XXI. La creación de la Agencia de Trenes y Transporte Público Integrado (ATTRAPI) responde a la necesidad de contar con una instancia técnica especializada, capaz de coordinar la compleja transformación que requiere nuestro sistema ferroviario, desde la planeación hasta la operación de corredores estratégicos.

El alcance de esta reforma es profundamente transformador. Al recuperar más de tres mil 500 kilómetros de vías para proyectos como México-AIFA-Pachuca o Querétaro-Nuevo Laredo, no solo estamos reconstruyendo infraestructura, sino tejiendo una nueva geografía económica que conectará polos industriales, facilitará el comercio exterior y acercará los servicios de transporte a regiones históricamente marginadas. Es particularmente significativo el impacto social de estas rutas, que beneficiarán directamente a 19 zonas metropolitanas, 11 metrópolis municipales y seis zonas conurbadas, mejorando la calidad de vida de millones de mexicanos.

La dimensión normativa de esta reforma merece especial atención. La actualización de marcos legales obsoletos, la incorporación de figuras como el «Supervisor de Proyecto» y la adecuación terminológica reflejan un legislativo atento a las necesidades contemporáneas. Más aún, el esquema de asignación de vías a entidades federativas establece un modelo de gobernanza compartida que combina la rectoría del Estado con las capacidades locales, siempre bajo principios de transparencia y rendición de cuentas.

Los beneficios trascienden lo económico. En un momento de crisis climática, el transporte ferroviario emerge como alternativa sustentable, capaz de reducir hasta en 75% las emisiones contaminantes comparado con el autotransporte. Esta reforma posiciona a México en la ruta correcta para cumplir sus compromisos ambientales internacionales, al tiempo que disminuye los costos logísticos que hoy encarecen la producción nacional.

Sin embargo, el verdadero significado de esta reforma es político. Recuperar el control estratégico del sistema ferroviario es un acto de soberanía que revierte décadas de abandono y entrega al capital privado. Nos permite reafirmar que ciertos sectores, por su importancia para el desarrollo nacional, deben estar al servicio del interés público. El Estado mexicano asume así su papel rector en la construcción de infraestructura que, como las vías férreas, son bienes públicos esenciales.

El camino que inicia hoy requiere del compromiso de todos. A los tres órdenes de gobierno les corresponde implementar con eficiencia estos cambios; al sector privado, sumarse con responsabilidad social a este esfuerzo nacional; y a la ciudadanía, vigilar que estas transformaciones se traduzcan en beneficios tangibles. Como legislador zacatecano, seguiré trabajando para que esta reforma no quede en papel, sino que se materialice en trenes que conecten comunidades, impulsen economías y construyan un México más justo e integrado.

El ferrocarril fue en el pasado símbolo del progreso nacional. Hoy, con esta reforma, se convierte en promesa de futuro. Un futuro donde la movilidad sea derecho, no privilegio; donde el desarrollo llegue por rieles a todos los mexicanos; donde México recupere, sobre sus propias vías, el rumbo del crecimiento con justicia social.