La Reforma al Infonavit: un paso hacia la justicia social
ULISES MEJÍA HARO
El acceso a una vivienda digna ha sido históricamente una de las principales demandas de las familias trabajadoras en México. Sin embargo, los altos costos, la falta de regulación efectiva y la corrupción dentro del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) han convertido lo que debería ser un derecho en un desafío inalcanzable para millones de personas.
Consciente de esta problemática, la presidenta Claudia Sheinbaum ha hecho de la vivienda digna una de las prioridades de su gobierno, comprometiéndose a construir un millón de viviendas en su sexenio. En este contexto, el pasado 12 de noviembre, presentó ante el Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Ley del Infonavit, la cual ya fue aprobada en el Senado y será discutida este próximo sábado 1ro de febrero en la Cámara de Diputados.
Esta reforma representa un cambio estructural profundo, cuyo objetivo principal es transformar el Infonavit en un organismo más transparente, eficiente y justo, garantizando que sus recursos beneficien verdaderamente a los trabajadores.
Una institución bajo la lupa
Desde su creación en 1972, el Infonavit ha sido el principal mecanismo para que millones de trabajadores accedan a un crédito para la adquisición de vivienda. Sin embargo, con el tiempo, el Instituto ha sido víctima de malas prácticas administrativas, falta de supervisión y, en algunos casos, graves actos de corrupción.
Uno de los problemas más alarmantes es la falta de fiscalización efectiva. Hasta ahora, el Infonavit se ha resistido a ser auditado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), argumentando que los fondos que maneja son “recursos privados”, lo que ha permitido opacidad en su operación y el desvío de recursos.
De acuerdo con datos proporcionados por el director del Instituto, Romero Oropeza, se han detectado 12,000 créditos otorgados sobre solo 1,400 viviendas en 21 estados del país, lo que significa que miles de trabajadores han sido afectados por un esquema de fraude en el que una misma vivienda ha sido vendida múltiples veces.
Además, se han identificado prácticas de dispendio y abuso en la estructura del Instituto:
•Los Directores Sectoriales de los Trabajadores y Empresarios perciben ingresos superiores a 3.1 millones de pesos anuales.
•El Secretario General del Sindicato del Infonavit gana 2.2 millones de pesos al año.
•Los coordinadores y gerentes reciben salarios que superan incluso el del Ejecutivo Federal.
Estos privilegios, sumados a la falta de regulación en el uso de los recursos, han generado una carga innecesaria para el Instituto, desviando fondos que deberían estar destinados a la construcción y financiamiento de vivienda para los trabajadores.
Medidas clave de la Reforma
Ante este panorama, la reforma a la Ley del Infonavit busca garantizar un manejo eficiente y transparente de los recursos, eliminando los vicios que han impedido su correcto funcionamiento.
Entre las principales modificaciones se encuentran:
1.Fiscalización obligatoria: La reforma establece que la ASF podrá auditar los recursos del Infonavit, asegurando un manejo honesto y responsable de los fondos.
2.Supervisión financiera: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público regulará el balance financiero del Instituto y establecerá lineamientos para su correcta administración.
3.Rendición de cuentas: A partir de esta reforma, el Infonavit deberá presentar un informe anual al Congreso de la Unión cada 30 de mayo, detallando sus operaciones y resultados financieros.
4.Eliminación de altos salarios y privilegios: Se suprimen las Direcciones Sectoriales de los Trabajadores y Empresarios, que no tenían funciones sustantivas, y se erradican los pagos excesivos por asistencia a sesiones de Consejo y Comisiones.
Además, la reforma impulsa un cambio fundamental en la función del Instituto, devolviéndole su papel original de constructor de vivienda social.
Regreso a la construcción de vivienda social
El Infonavit fue creado con el propósito de construir vivienda social, pero con el tiempo dejó de hacerlo, convirtiéndose únicamente en un otorgante de créditos para la adquisición de viviendas construidas por desarrolladores privados.
Este modelo ha generado altos costos y una oferta limitada, dificultando el acceso de los trabajadores a una vivienda propia.
Con esta reforma:
Esta medida permitirá que los trabajadores accedan a viviendas bien planeadas, con servicios y en ubicaciones adecuadas, evitando los errores del pasado, donde se construyeron conjuntos habitacionales sin planeación y alejados de los centros urbanos.
Créditos justos y predecibles
Otra de las medidas más relevantes de la reforma es la desvinculación de los créditos del salario mínimo.
Hasta ahora, los créditos denominados en veces salario mínimo (VSM) provocaban incrementos automáticos en la deuda y en las mensualidades de los trabajadores.
Con la reforma:
Nuevas opciones para acceder a una vivienda
La reforma también amplía las opciones de los trabajadores para utilizar su crédito del Infonavit:
Además, se introduce la figura del Arrendamiento Social, que permitirá que, después de un año de cotización, los trabajadores puedan rentar una vivienda pagando máximo el 30% de su ingreso, con la opción de comprarla después de diez años, descontando las rentas pagadas del precio final.
La reforma a la Ley del Infonavit representa un avance crucial en la lucha por la justicia social y el derecho a la vivienda.
Al garantizar transparencia, créditos justos y vivienda accesible, esta iniciativa busca devolver al Infonavit su función principal: garantizar que cada trabajador tenga la oportunidad de acceder a un hogar digno.
En febrero, cuando esta reforma sea discutida en la Cámara de Diputados, estaré a favor de su aprobación, convencido de que representa un paso firme hacia un México más justo e incluyente.
Porque el derecho a la vivienda no debe ser un privilegio, sino una realidad para todas las familias trabajadoras del país.