La real amenaza del coronavirus
MARIA DEL SOCORRO CASTAÑEDA DÍAZ
Esta semana seré breve, lo prometo. Y la razón es muy simple: hay poco que decir en un momento de pausa general. Honestamente creo que en este momento lo mejor que podemos hacer las personas es hablar poco y dejar de hacer mucho, así, tal cual. Y es que estos son definitivamente días muy difíciles para una buena parte de la humanidad. Ahora tal vez es tiempo de entender que la vida no puede planificarse a largo plazo, que en realidad somos seres vulnerables y tal vez deberíamos comenzar a pensar más en el día a día
No pretendo dar lecciones de ética ni escribir un discurso moralista, porque cada persona es libre de seleccionar la información que considere prudente compartir. En realidad, sucede que los mensajes que emitimos reflejan nuestra esencia, y, a decir verdad, con el cada vez más extendido uso de las redes sociales, parece que muchas personas se empeñan en mostrar cotidianamente una pobreza lamentable. Pero ese en realidad es un asunto de conciencia y autocontrol.
Así, en estos momentos complicados, en que está en riesgo la salud de millones de personas, me parece necesario hacer solo un intento por invitar a la reflexión a quienes tienen la paciencia de leer estas líneas.
Compartir información lo más fidedigna posible acerca de la proliferación del coronavirus, no significa necesariamente exacerbar las conductas alarmistas, sino de procurar, siempre en un marco de responsabilidad, que las personas reconozcan que hay realmente una severa amenaza hacia la salud, y por lo tanto hacia la vida.
No podemos cerrar los ojos y seguir viviendo como si nada ocurriera. Basta mirar las imágenes de otros países que otrora nos parecían un sueño. Más de una persona habrá seguramente soñado pasear por Roma o por Florencia, visitar Venecia, ver Milán o estar en Nápoles. Italia ha sido siempre el país donde la belleza predomina, por encima de cualquier defecto que el pueblo italiano pueda tener.
Pero hoy, Italia está de rodillas. Hasta este 17 de marzo, el total de personas enfermas de coronavirus en el país de la bota era de 26 mil 62. Las personas fallecidas hasta ahora son dos mil 503[1]. Hoy, nadie quisiera estar en el país de la bota, porque lo que ahí se vive es sencillamente una pesadilla.
Ante la situación, son los mismos italianos quienes lamentan no haber tomado en serio desde el principio la presencia de la enfermedad y haber considerado que se trataba sólo de una “simple influenza”.
Son ellos quienes hoy se deshacen dando consejos para que en otros lugares del mundo no se viva el mismo dolor.
Y esos consejos son de lo más simple, porque, a decir verdad, realmente no es muy difícil lavarnos las manos, evitar el contacto físico y quedarnos en casa el mayor tiempo posible.
La advertencia tiene que ver con el hecho de que los sistemas de salud son el verdadero problema, más allá de la letalidad del virus. Si en Italia están llegando a tan dramáticos extremos, es porque en los últimos años la infraestructura para atender temas sanitarios ha ido disminuyendo en cantidad y en calidad. Ahora ya no hay en el país hospitales ni médicos suficientes, mucho menos para afrontar una emergencia, y esa es la realidad.
Seamos mexicanos responsables. No esperemos nada de las autoridades, que en este momento se han caracterizado por una estulticia difícil de creer. Cuidemos nuestra salud y nuestra vida. Es sencillo. Salgamos lo menos posible, evitemos el contacto directo, aislémonos si sentimos que tenemos alguna afección a las vías respiratorias.
Los siguientes días son preventivos, y tal vez representan nuestra última oportunidad para evitar una catástrofe. No son para reunirnos, mucho menos para vacacionar. Entendámoslo bien.
No es difícil, lo digo de nuevo. Seamos razonables y aprendamos a actuar con criterio. Lo demás es polémica inútil. Veámonos en el espejo de un país que está sufriendo y que presenta el mayor número de casos después de China[2], donde por supuesto tampoco la están pasando bien.
Como ya adelanté, realmente no hay mucho que decir en este momento. Sólo seamos conscientes y solidarios. Aislémonos por poco tiempo para poder volver a estar juntos. Hagámoslo por nosotros y por nuestras familias. No hay nada más que agregar.
[1] Disponible en https://www.repubblica.it/cronaca/2020/03/17/news/coronavirus_aggiornamento_dati_italia_borrelli-251542468/?ref=RHPPTP-BH-I251423878-C12-P3-S2.4-T1
[2] Disponible en https://www.rtve.es/noticias/20200318/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml