La política es una mierda. Elecciones de Zacatecas
RAÚL SILVA
La política es una mierda, dice Arturo, uno de mis amigos de Zacatecas. Hace unos días me preguntó si yo conocía a los candidatos a gobernador del estado, porque él solamente identificaba a algunos.
Como ocurre casi siempre, reconoce a las figuras más encumbradas, ya sea por los partidos políticos que abanderan o por su personalidad polémica. Pero en todos los casos ignora sus propuestas de gobierno.
¿Cómo es posible que no conozca las propuestas de los candidatos? si los aspirantes a gobernador están en plena campaña proselitista y usan los medios masivos para ello.
De nada sirve que se gasten miles de pesos para promocionar el voto; aunque en realidad los candidatos promocionan su imagen, pero no socializan sus propuestas.
A mi amigo no le preocupa conocer candidatos ni sus propuestas, pues está convencido que abstener su voto es lo mejor que puede hacer para demostrar su molestia contra los malos gobiernos.
“Los políticos son unos ladrones y mentirosos, por eso la política es una mierda”, insistió mi amigo. Su posición refleja la poca credibilidad que posee el sistema político-electoral mexicano y los partidos.
Un estudio denominado “México, anatomía de la corrupción” realizado en 2015 por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reveló que el 91% de los mexicanos no confía en los partidos políticos.
El análisis, también coordinado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), indicó que el 83% no cree en los legisladores y un 80% no confía en las instituciones del sistema judicial.
Intenté hacer cambiar de parecer a Arturo para que vote en las próximas elecciones, pero su posición es firme: no tiene sentido hacerlo cuando duda de los partidos políticos, los gobiernos y los candidatos.
De 2002 al año pasado, la desconfianza entre la población ha crecido en 17%. La más reciente encuentra de Parametría indica que 8 de cada 10 mexicanos tiene poca o nada de confianza en los partidos políticos.
El Partido Acción Nacional (PAN) consiguió el 20% de opinión efectiva, el único con un porcentaje positivo. Morena le sigue con un -5% en opinión efectiva, el Partido Verde y Movimiento Ciudadano con -8%.
El Partido Encuentro Social -10%, el Revolucionario Institucional (PRI) tiene -12%, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) -14% y Nueva Alianza con -21 por ciento.
Arturo piensa que la mejor forma de manifestar su insatisfacción contra los gobiernos es abstenerse a votar. En las elecciones intermedias del año pasado, se reportó que el abstencionismo fue superior al 60 por cierto, lo cual es lamentable.
Le expliqué a Arturo que era su deber, como ciudadano, participar en los comicios ya que no es lo mismo votar por el que se considere el menos peor a aceptar una imposición social de un candidato.
Después lo hice reflexionar, pero piensa y se le metió la idea de anular su voto para castigar a la clase política. Esta tampoco es buena idea. ´
El grueso de la población desconoce que de acuerdo a la Ley electoral mexicana, el voto nulo no descuenta porcentaje alguno ni para el registro, la asignación de legisladores, ni para el cálculo de dinero que reciben los partidos políticos.
Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) reiteradamente ha dicho que el voto nulo tiene únicamente como consecuencia dejar de participar en la definición de los cargos públicos.
Reconoce que hay un hartazgo social contra los políticos, y que si no se valora en su justa dimensión podría convertirse en un grave problema para el futuro democrático de México por el riesgo de no realizar elecciones.
El año pasado, Roberto Duque Roquero, maestro en Derecho Electoral por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó un video en el que cuestiona si ¿Es buena o mala idea que anulemos nuestro voto como una forma de castigo a los partidos políticos por su mal desempeño?.
La ley electoral del país estipula que los votos nulos no tienen ninguna consecuencia negativa para la determinación de unos comicios, pues después de dejarlos fuera se saca un nuevo 100% de los votos emitidos y entregados en las urnas.
Por ley, el INE toma en cuenta únicamente la votación nacional emitida y no la total emitida por la que reciben tres beneficios: diputaciones plurinominales, financiamiento público y tiempo en radio y TV.
El experto indica que “el voto nulo no reduce el tamaño del pastel que les quedará a los partidos sobrevivientes ni tampoco el tamaño de sus rebanadas. Este voto se va al basurero para esos efectos».
Insisto que si los candidatos manipulan a las masas, porque la ciudadanía lo hace lo mismo con su voto. Reflexione sobre el futuro que promete cada candidato, no se deje llevar por su imagen ni por el canto de las sirenas.
No se abstenga, no anule su voz, razone su voto…