La poca vergüenza de Miguel Alejandro Alonso Reyes
SAÚL MONREAL ÁVILA
Causo revuelo hace unos días el anuncio de la visita de Miguel Alonso Reyes a Zacatecas, no tanto por el hecho en sí, que seguramente sucede frecuentemente, sino porque sería con el propósito para anunciar su intención de buscar la senaduría por el estado de Zacatecas, senaduría para la que ya se apuntan varios aspirantes del partido en el poder para contender.
Pocas cosas se podían esperar del exgobernante señalado por corrupción y su «Inexplicable» fortuna y de familiares, pero no que se atreviera a buscar contender por la entidad a algún puesto, ante el grave endeudamiento que heredo a Alejandro Tello, las arcas vacías de las que aun el nuevo ocupante de la casa de gobierno no encuentra la salida para salir de compromisos urgentes, y las serias acusaciones de enriquecimiento, incluso lo persiguen denuncias e investigaciones por autoridades competentes, no tiene vergüenza.
hace no mucho mas de tres meses la ex diputada María Soledad Luévano Cantú interpuso una denuncia por peculado, enriquecimiento ilícito y delincuencia organizada en la Procuraduría General de la República (PGR) en su contra por el supuesto uso de 24 empresas fantasma por la que se triangularon recursos públicos por el orden de los 307 millones de pesos, una red de empresas que presuntamente se dedican al lavado de dinero, a la simulación de operaciones, a la venta de facturas, toda una red de corrupción.
Sin embargo, los señalamientos en su contra y los de su familia, llegan a una magnitud de miles de millones de pesos que han engrosado su fortuna personal y de su familia, además de los bienes inmuebles que se le han venido atribuyendo, no sólo Alonso Reyes habria incrementado cínicamente sus propiedades en menos de seis años, sino también sus hermanos Juan Manuel y Lucía, así como su cuñado Eleazar Ávila Márquez, quienes han sido denunciados penalmente por la probable comisión en los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado y lavado de dinero.
Se le atribuyen e incluso, reconoce ser dueño de muchas de estas propiedades, como las de Malpaso y en Machines, que están registradas como predios rústicos, cuando en realidad son lujosos ranchos erigidos durante su sexenio, según consta en la denuncia, también en el Registro Público de la Propiedad se reportan seis predios más, algunos en exclusivos fraccionamientos de la capital del estado, como Conde de Bernárdez (dos), Tahona (uno) y Bonaterra (una casa de su previa propiedad, pero remodelada a todo lujo en su periodo), entre otros inmuebles. Se calcula que tan sólo el predio rústico de Malpaso tiene un costo superior a 40 millones de pesos, que superan el costo total de los bienes que Alonso declaró.
Se le ha señalado que lo que consta en el Registro Público de la Propiedad no corresponde con los ingresos del gobernador en su trayectoria como funcionario, ni con las propiedades que se reportan. Además, se le atribuye también que su hermana «tiene» 17 propiedades registradas y el esposo de ésta otras 15, más la participación en la transacción de un predio en el fraccionamiento Siglo XXI, en el trienio 2001-2004, cuando era alcalde Alonso Reyes, predio destinado para la Universidad Autónoma de Zacatecas, cuando el entonces edil no concluyó el proceso de donación, ahora «propiedad» del matrimonio.
Otra de las cosas por las que le debería dar vergüenza para presentarse como aspirante a algo, es el irresponsable endeudamiento en el que sumió al estado, del que Alejandro Tello, al frente del ejecutivo no ha podido salir aun airoso, oficialmente en alrededor de cinco mil millones de pesos, un incremento de 208% de la deuda que tenía Zacatecas al inicio de su gestión, según información del gobierno estatal, sin embargo, algunas proyecciones elevan en alrededor de 20 mil millones el monto real, de cualquier manera, el alto nivel de deuda contraído por Reyes dejó en quiebra las finanzas públicas del estado, incluso, según datos de la Auditoría Superior de la Federación, solo de 2011 a 2014 la administración del priísta Miguel Alonso Reyes arrojaba irregularidades por cuatro mil millones de pesos en el manejo de recursos federales que no han sido debidamente acreditado.
La vida de rey que se dio en su gestión fue memorable, solo lo que aplico para remodelar la casa de gobierno donde vivía era equiparable al monto de programas completos, los más de 20 millones de pesos que se gasto era la mitad del presupuesto total del programa de vivienda a mitad de su sexenio, de alrededor de 40 millones, más los frecuentes viajes al extranjero por cualquier motivo, con enormes gastos además, que fueron nota nacional en su momento, pero pareciera que no lleno, y le es insuficiente lo que gana con su premio al estar al frente de Fonatur, al parecer busca más.
Por eso decimos que no tiene vergüenza, hay una sociedad agraviada por sus excesos, por sus aspiraciones de vivir como rey, gastando como rey, y según apuntan las evidencias, «ahorrando» como rey lo que pudo, todo del erario público, y con esa desvergüenza, celebra su “Concilio de Malpaso” en su «Ranchito» de aquella comunidad de Villanueva, a las puertas de Jerez, donde anuncio ante un selecto grupo de ex colaboradores de su confianza, su nuevo proyecto, la candidatura a la senaduría por Zacatecas, si esto no es cinismo y desvergüenza, no sabemos cómo se le podría llamar.
Con todo ello, no sabemos quién manda en Zacatecas. Queda claro que Alonso Reyes no quiere soltar el mando en Zacatecas, Alejandro Tello, se muestra débil e incapaz, pero debería estarse legitimando aplicando la justicia y lo que le resulte al exgobernante, ante el desastre financiero y de seguridad que le heredo, y nos preguntamos: ¿Quien Gobierna en Zacatecas? ¿Quiere Tello actuar como títere de Alonso Reyes? ¿Se pondrá Tello a la altura de lo que prometió y privilegiara su dignidad y la de los zacatecanos sobre el cinismo y la desvergüenza? Ya la historia lo dirá.
