La pelea es entre Peña y Josefina

JORGE ÁLVAREZ MÁYNEZ *

En mi artículo del jueves pasado escribía algunas de las razones por las que no creo que la elección presidencial del 2012 se disputaría entre tres candidatos. Recibí muchos comentarios sobre el tema. Algunos positivos y algunos negativos. Pero de lo que me convencieron fue de que necesitaba ampliar el tema, para explicar de una forma más detallada mi argumento.

Lo primero que debo decir es que el hecho de que no vea en la competencia a Andrés Manuel López Obrador no quiere decir que eso sea lo que yo quiera. Todo lo contrario.

Ya he expresado antes mi opinión sobre Andrés Manuel. Aquí mismo, desde la tribuna del congreso, y casi frente a todas las personas con las que interactúo con frecuencia, he dicho que es un hombre íntegro, honesto y sencillo.

No pienso lo mismo de Josefina Vázquez Mota. A ella la considero una política indefinida, tolerante a la corrupción y sin mística. Sin embargo, también creo que ha leído mejor el momento político que vive México y que se ha preparado mejor para la elección.

Habiendo dicho eso, me gustaría explicar por qué no veo a Andrés Manuel como un contendiente con posibilidades de ganar la presidencia, y para ello utilizaré los datos que publicara la semana pasada Consulta Mitofsky, enumerando los cuatro factores que, desde mi punto de vista, hacen casi imposible que AMLO gane en julio.

El más importante me parece el factor regional.

Mientras la coalición PRI-PVEM supera el 35% de la intención de voto en las cinco circunscripciones que tiene el país, el PAN lo hace sólo en dos (Norte y Bajío) y el PRD-PT-MC sólo en una (en el centro del país).

Pero la historia no acaba ahí. El problema de fondo es el siguiente:
Mientras la circunscripción donde Josefina Vázquez Mota registra la menor intención de voto es la 4 (región centro), con un 20.6% de las preferencias, hay tres circunscripciones donde AMLO obtiene menos de ese 20% de intención de voto: la 3, (encabezada por Veracruz) en donde obtiene 19%, y las circunscripciones 1 y 2 (Jalisco y Nuevo León) donde apenas cuenta con el 11.3% y el 9.5% de las preferencias, respectivamente.
Es decir: hay tres circunscripciones en las que frente a una contienda cerrada, López Obrador no sería visto como un candidato competitivo. Y no hay indicios de que eso pueda revertirse.

Por citar un ejemplo: pese al desgaste que el gobierno priísta de Nuevo León ha tenido en los últimos meses, y las alianzas estratégicas que AMLO ha tejido en aquel estado, se antoja difícil que con candidaturas como la de la grupera Alicia Villareal los votantes inconformes vayan a ver una opción seria en la izquierda.

Aquí llegamos al segundo factor de mi análisis, que yo denominaría “factor segunda opción”:
En la encuesta de Mitofsky se pregunta a los encuestados sobre varios escenarios de competencia, en los que hipotéticamente solo hubiera dos candidatos con posibilidades reales de ganar la Presidencia.

Cuando se plantea una “final” entre AMLO y EPN, seis de cada 10 votantes de Josefina Vázquez Mota seguirían votando por ella, tres lo harían por Peña Nieto y solo uno por López Obrador. Esta tendencia hace prácticamente imposible un escenario cerrado entre AMLO y EPN.

El tercer factor es el llamado voto negativo a los candidatos. Aquí, debe reconocerse que López Obrador sí ha logrado reducir sus opiniones adversas: los votantes que dicen que votar por AMLO es “nada probable” son el 51%, mientras que por Josefina Vázquez Mota es el 42% y por EPN 29%.

Sin embargo, aunque la diferencia se ha acortado, sigue siendo considerable.

Y finalmente, está un factor muy ligado al del “voto negativo” de los candidatos, que es el “voto negativo” de los partidos.

En la encuesta de Mitofsky, es posible encontrar que en cuanto a la imagen de partidos, el de peor imagen es el PT, seguido por el Panal, Movimiento Ciudadano, PRD y Partido Verde. Es decir: los 3 partidos que postulan a AMLO tienen una peor imagen que el PRI y el PVEM, y también tienen una peor imagen que el PAN.

En conclusión: si no hay estructuras regionales, ni una potencial atracción de los votantes que los otros candidatos pierden, ni una buena imagen del candidato, ni una buena reputación del partido, ¿Por qué debemos creer que la elección será de tres tercios?

*Diputado Local
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