La obligación de regresar

ISADORA SANTIVÁÑEZ RÍOS

Cuando un legislador olvida regresar al Distrito que representa, cuando pasa por alto su obligación de mantener contacto no sólo con quien acudió a las urnas y le entregó su voto, y con ello su confianza; sino con los ciudadanos de otras ideologías, de otros partidos, que igualmente exigen el cumplimiento de las promesas de campaña, y merecen la atención sin distinción, entonces no tiene nada que hacer en política.

Si un legislador, durante su gestión, no hace nada por mejorar las condiciones de vida de los habitantes que esperan respuesta inmediata de sus representantes populares, entonces no tiene por qué ocupar una curul.

Cuando un diputado no vuelve a las comunidades, a las colonias, a las calles que recorrió pidiendo el voto, jamás podrá, en conjunto con los vecinos, buscar solución a los problemas y coadyuvar a solventar las necesidades que los apremian.

Hoy, los diputados deben ser algo más que legisladores, y nosotros, como una nueva generación de políticos, que tenemos la certeza de que las cosas se tienen que hacer diferentes, debemos marcar la pauta y enfocarnos a cumplir el objetivo de mantenernos cercanos a la gente.

Como diputados de este PRI que hoy le abre la puerta y las oportunidades a los jóvenes, tenemos la obligación de desterrar esa imagen de que los representan populares sólo se aparecen para pedir el voto, y una vez obtenido el triunfo, jamás regresan a cumplir.

A una semana de presentar mi Informe Legislativo, tras un año de trabajo comprometido, puedo decir con certeza que hemos regresado a todas y cada una de las colonias y comunidades del Distrito IV, y además mantenemos un índice de respuesta del 100% de efectividad en las redes sociales.

El trabajo de gestión que hemos efectuado siempre ha privilegiado el fomento a la educación, la cultura y el deporte; al auto empleo como una vía de superación personal y económica; y, por supuesto, el apoyo a las familias guadalupenses y a la salud.

En nuestras giras diarias, el mejoramiento a la vivienda de los habitantes igualmente ha sido prioridad, sobre todo en un municipio como Guadalupe, que a nivel nacional presenta el mayor crecimiento demográfico.

Así, y más allá de las diferencias ideológicas que sustentan a cada uno de los partidos políticos, como diputada del Partido Revolucionario Institucional entiendo el valor de la unidad y de la identificación de coincidencias como la mejor y más rápida vía para caminar juntos siempre hacia adelante.

No me queda duda que el servicio público, es justamente eso, servicio, y no he perdido de vista que el haber obtenido este cargo, como resultado de los votos de la ciudadanía, me obliga a poner siempre por delante los intereses y las aspiraciones de la gente, de los electores, y de mis representados.

• La autora es diputada local por el Distrito IV de Zacatecas