La nómina magisterial y la reforma administrativa
MANUEL IBARRA SANTOS
El pago de la nómina magisterial en Zacatecas, que se compone de más de 26 mil 700 trabajadores de la educación, se ha constituido en el más desafiante reto que ahora enfrentan las finanzas de la administración estatal y cuya resolución dependerá de la respuesta que al respecto otorgue el gobierno federal. Para lograr positivos resultados será necesario desplegar una efectiva labor de gestión de recursos económicos adicionales.
La gobernanza del sector educativo está supeditada indisolublemente a la capacidad institucional para resolver el pago de la nómina magisterial, lo que ayudaría también, por otra parte, a superar los grandes pasivos económicos que arrastra desde hace años éste ámbito, por una serie de inercias y omisiones.
La Secretaría de Educación del Gobierno de Zacatecas registra en la actualidad la plantilla de personal más gigante y numerosa de la administración estatal y solamente el 62.2% de ellos son financiados con recursos aportados por la federación.
El resto del salario para los trabajadores de la educación (es decir, el 37,8%) se cubre con recursos de un gobierno local con raquíticos ingresos propios, lo que ha generado a través de la historia un enorme déficit y boquete financiero
De los 2 mil millones de pesos que requiere el gobierno del Estado para atender sus compromisos financieros en ésta recta de fin de año, el 50 por ciento de ellos se destinarían a cubrir las responsabilidades que se tienen con el magisterio.
Lo anterior demanda que en la estructura gubernamental se trabaje con un amplio sentido de unidad estratégica para resolver dicho problema. Y eso lo han entendido con sensibilidad y madurez, por una parte, el Secretario de Finanzas, Jorge Miranda Castro y, por el otro, la Secretaria de Educación, Gema Mercado. Ambos trabajan coordinadamente y en la misma dirección.
La reforma administrativa y la gestión de recursos
Paralelamente a la gestión de recursos que se pueda realizar en el gobierno federal, es pertinente emprender en Zacatecas los trabajos de una gran re/ingeniería que conduzca al establecimiento de un moderno paradigma de gestión administrativa del sector educativo, que le confiera mayor eficiencia, como ya lo ha esbozado su titular, la doctora Gema Mercado.
Hoy hay que decirlo categóricamente: a 24 años de implementado por Carlos Salinas de Gortari, el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal, la mayoría de los maestros zacatecanos califican de ineficaz el modelo de regionalización administrativa, debido a que éste no ha sido factor para elevar la calidad de la enseñanza y al contrario, sí, ha contribuido a su burocratización. Ese entorno habrá que modificarlo.
Los propios trabajadores de la educación en la entidad comparten la idea de favorecer un amplio proceso de reestructuración del modelo regionalizado de la administración educativa que prevalece.
La nómina magisterial
El gobierno federal cubre en la actualidad con sus aportaciones económicas, el salario de 17 mil 452 trabajadores de la educación en Zacatecas. El resto, casi nueve mil plazas, se hace con recursos estatales.
A inicios del 2015, la Ley Federal de Coordinación de Fiscal contempló, como parte de la reforma educativa nacional, la entrada en funciones del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo (FONE), con lo cual se centralizó el pago a los maestros, coyuntura que no se aprovechó al máximo para negociar con el gobierno de la República, el reconocimiento del mayor número de plazas del magisterio zacatecano.
Hoy hay que re/iniciar y abrir un nuevo proceso de negociación con la federación.
