La inutilidad de los gendarmes de Toluca

RAÚL MANDUJANO SERRANO

Ayer, 4 de julio, el escribano de las añagazas insolentes relató en su editorial de radio, en Ultra Noticias, que una joven había sido asaltada alrededor de las 9 de la mañana y, obviamente, no estaba un policía para prestarle ayuda. Por eso –refería-, viajar en transporte público o caminar en las calles de Toluca, a cualquier hora, se ha vuelto peligroso. Y mire, citó estadísticas: de cada 10 delitos que se cometen en la calle o en el transporte público, en ninguno de ellos hubo intervención preventiva de la policía.

El amanuense recibió comentarios en WhatsApp y “X” por mensajes privados, seguramente de policías que se ofendieron, que destacan (lo resume así el periodista), que la labor municipal se concentra más en la prevención, a través de algo que denominan “operación presencia”; es decir –supone el litigador de medios- que la delincuencia al verlos cunde en pánico y ya no roban…Esto, disculpen ustedes, es lo más ingenuo del país de los pretextos.

Y le da mucho coraje al hacedor sotanero. Los delincuentes no entienden el daño que le causan a quienes roban ni el sacrificio que les representa comprar algo. Tampoco que por defender su patrimonio deban morir o salir heridos, solo porque a un desgraciado criminal “se le hizo fácil” dispararle o apuñalarlo. Pero “se le hace fácil” porque no existe autoridad que se los impida. La impunidad se alberga en leyes que deben atender policías que tienen miedo, que han sido corrompidos o que aprendieron a ser burócratas, y así no le sirven a la gente.

¿De qué maldita la cosa podría serle útil a una víctima que un gendarme, agarrando su radio con la mano y de gafas oscuras piratas, le pida datos de lo qué ocurrió? ¿O que “amablemente” te sugiera ir al MP a denunciar? Donde, por cierto, tampoco investigarán porque los delitos de la calle son delitos menores que se siguen poco o nada.

¡Ojo! con esto: la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2023, del INEGI, refiere que de cada delito denunciado, ocurren ¡9 más! que no son denunciados  por miedo a represalias, porque se cree que es pérdida de tiempo, o que “hay que pagarle la gasolina al policía para que vayas a indagar” o porque de plano, los policías están coludidos con los hampones, lo que se confirma con la percepción de la gente sobre las autoridades de seguridad pública, le hablo de policías municipales, estatales y de investigación, incluidos los nefastos agentes de tránsito y vialidad, de los que 8 de cada 10 ciudadanos los consideran corruptos.

Y me dirán que eso pasa en cualquier municipio de México, sí, pero habría que comenzar a decirlo. En Toluca, los datos más recientes de incidencia delictiva fueron dados a conocer en el 2022, durante la gestión del malogrado Raymundo Martínez, en la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, refiriéndose a casi 3 mil delitos trimestrales, de todo tipo. Y que no me salgan con que el doble o el triple de esos, se impidieron por acciones preventivas porque son patrañas. Y no se trata de fuerza bruta o de “echar montón”, de contratar más policuicos o comprar patrullas a las que no se les da mantenimiento y ni se usan, sino de diseñar estrategias en las que se actúe y no sólo vayan a tomar café en una mesota elegante, pero eso solo ocurrirá cuando los funcionarios aprendan a ensuciarse los zapatos en los camiones y en la calle. Ya ni desayuné… Hasta otro Sótano.

X: @raulmanduj