La inequidad en los procesos electorales
PEDRO JASSO CARRILLO
Primero definamos el término inequidad, el cual podemos decir que, es la desigualdad de trato entre las personas o instituciones, en este caso entre los partidos políticos y candidatos independientes. Es un término utilizado comúnmente en México y Latinoamérica y se asocia a una situación de desigualdad que genera injusticia y corrupción.
En la elección del año pasado, donde se contendió por todas las alcaldías del Estado de Zacatecas, las diputaciones locales, así como los Senadurías, Diputaciones Federales y la Presidencia de la República, el proceso electoral estuvo marcado por la inequidad.
Pero no sólo en el 2018, sino en la historia de nuestro país, las elecciones las gana generalmente el que tiene más dinero y más influencias, provocando la inequidad entre los partidos y candidatos independientes que buscan los espacios públicos de decisión.
Imaginemos que todos los partidos y candidatos tuvieran las mismas oportunidades, los mismos recursos y que se privilegie la propuesta por encima de los recursos económicos de los partidos y candidatos, los más beneficiados serían los electores y la sociedad en general.
Vamos a realizar un análisis: por 20 espectaculares de Morena, el PRI y el PRD, había sólo uno de los partidos pequeños; por cada mil despensas que repartían los partidos antes mencionados, los partidos chicos entregaban una sola: los spot en radio y televisión simplemente fueron nulos para los partidos en crecimiento y no se puede imaginar cuanto gastaron realmente Morena, el PRI y el PRD para sacar los votos de la pasada elección.
La inequidad se ve reflejada de un partido a otro; en la infraestructura, tanto en personal como en insumos; en las entrevistas que realizaron los medios de comunicación; en las personas que se ostentan como trabajadores de los partidos y en todos los momentos de la elección.
En la pasada elección de 2018, cada voto les costó a los partidos, pero nadie se pregunta de dónde sale tanto dinero, puede ser lícito o ilícito, lo peor es que las instituciones que se encargan de vigilar este rubro, simplemente no hacen nada y como se puede comprobar hoy en día, después de más de seis meses de haber terminado la elección, nadie está en la cárcel por delitos electorales.
Entonces, las actitudes de los partidos crean impunidad, ya que no se castiga al infractor, esa impunidad se traduce en corrupción y este problema es el que llevó al Presidente Andrés Manuel Obrador al poder, esperemos que en las próximas elecciones haya piso parejo y el Ejecutivo Federal le cierre el camino de una vez por todas a la corrupción.
¿Usted qué cree?
