La gira de Murat, el que gobierna con esperanza
SOLEDAD JARQUÍN EDGAR
Alejandro Murat Hinojosa –el gobernador de Oaxaca- anunció que para abril se va de gira por todo el país. Sus razones políticas, se considera un posible aspirante a la presidencia mexicana y, por otro lado, es complaciente con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Como se diría: le da por su lado y al mismo tiempo empieza a tejer algo para cubrirse cómo taparse la espalda.
Frente a su amigo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, allá en Guelatao, en la sierra Juárez de Oaxaca, ambos recordaron al Benemérito de las Américas en su natalicio 216. Adelantaron el homenaje por compromisos del presidente mexicano y secundado por el gobernador.
Como se acostumbra en esta fecha y con un dejo de asombro, Murat recordó a Benito Juárez. Hizo un recuento de las obras como gobernador de Oaxaca construcción de escuelas, carreteras, agricultura y uno que otro que enumeró en un recuento bastante simple y con sitios comunes, como los que nos enseñan en la educación Primaria; “Juárez llevó la República en un carruaje”.
Bueno, veremos pronto que en Oaxaca nada de nada. Empezarán a salir los gusanos por todos lados, y si Juárez hizo 50 escuelas ¿cuántas creen que hizo Murat? Solo reconstrucción por el sismo de 2017, lo que lo lleva a una pendiente, pero en caída libre.
En su discurso del 20 de marzo le costó trabajo pronunciar una palabra común de aquellos años, por lo visto quienes le hacen los discursos siguen metiéndolo en problemas. Lo que era común cuando inició como gobernador de Oaxaca, sin ser ni crecer en Oaxaca, y le costaba mucho trabajo pronunciar los nombres de alguno de los 570 municipios.
En Guelatao, dijo que Juárez es el ejemplo de lo que el “pueblo” necesita: “buenos líderes para construir la historia a partir de la acción colectiva, por eso tiene que dejarse muy en claro a las nuevas generaciones, que México se salvó por un principio y un hombre: el principio la República, el hombre, Juárez”.
Ahí es donde Murat se subió al carruaje y anunció, dirigiéndose al presidente de México, que va a iniciar una gira por todo el país: porque ha llegado la hora de consolidar el ideario juarista”.
Y como si estuviéramos en los tiempos de la Reforma apuntó que los enemigos de Juárez son los enemigos de México y ante la amenaza no vamos a quedarnos con los brazos cruzados.
El segundo asunto de Murat, hijo del exgobernador José Murat, fue en una entrevista durante la inauguración del AIFA, donde acompañó “al mejor presidente que ha tenido México”, como dijo Murat Hinojosa tan solo a unos meses de que éste había asumido el cargo en 2018. Aquella gira fue catalogada como la gira de los cebollazos, porque AMLO dijo que Muratito era el mejor gobernador que Oaxaca había tenido.
En el AIFA le preguntaron si había iniciado ya la gira anunciada un día antes. En algún momento dijo que la gira la empieza en abril. Con una expresión muy seria aclaró que su gira es para una conversación que México debe tener.
Y socarrón como es apuntó que en esa gira va a promover el modelo de gobierno que está dando resultados. “Un modelo de éxito” dijo más adelante e incluso dio el nombre de su modelo de gobierno: “es el modelo Oaxaca”, uno que ha fincado en acuerdos en la posibilidad de construir no de destruir.
Pero la frase más reveladora fue esa que asegura que “en política se construye a partir de la ESPERANZA y no del odio”.
El verdadero Modelo Oaxaca
En ese tono cínico que caracteriza a los que no quieren ver la realidad o que usan lentes de realidad aumentada, como ya le reclaman en los memes después de esa entrevista, expuso que en Oaxaca ha logrado gobernabilidad y seguridad “elementos que se necesitan para construir gobierno”.
En Oaxaca las expresiones de inconformidad se presentan cada día y cada hora. Basta ver los alrededores del palacio ubicado en el centro histórico, para darse cuenta. La capital oaxaqueña y quienes ahí habitamos somos espectadores y al mismo tiempo rehenes, muchas veces como resultados de exactamente la falta de gobernabilidad. Lo que presume en una entrevista.
Así que en Oaxaca todos los días se come esperanza, porque la pobreza sigue. Habla de que ha reducido la pobreza, pero cuando una ve los avances, no hay un mar de fondo sino espuma en la superficie.
Sin duda Muratito no tiene ni idea del cochinero en que está a punto de dejar Oaxaca, porque él, afirma se va de gira. Quiere adelantar su final feliz.
No importa, de todos modos, la memoria sigue y será recordado como uno de los peores gobernantes de Oaxaca, donde creció la delincuencia y la presencia de los señores delincuentes, de los grandotes.
Así que no se quejen nos dejan la esperanza para contrarrestar la falta de alimentos, de trabajo, de educación y nuevas tecnologías, de universidades, de calles y carretera, de clínicas y hospitales y todo cuanto se pueda imaginar. Esperanza para contrarrestar la falta de justicia para, hasta hoy, 612 mujeres asesinadas violentamente en su sexenio.
En fin, se va de gira, quiere volar, complacer al poder y no al pueblo como ya aprendió a llamar a la gente.