La gasolina barata y otros proyectos fallidos de la 4T
JACOBO CRUZ
Para ganar las elecciones en el año 2018, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, dedicó muchos años en convencer a los mexicanos que tenía la fórmula para terminar con todos los males sociales, su estrategia principal fue luchar contra la corrupción en los distintos niveles de gobierno y evitar el robo del dinero público.
“Acabaremos con la corrupción, las escaleras se barren de arriba para abajo”, “desde el primer día bajará el precio de la gasolina a 10 pesos”, “vamos a pacificar el país, con abrazos, no balazos”, fueron algunas de las frases más exitosas con las que convenció a los votantes, mismas que ahora sirven para demostrar el fracaso de su sexenio y lo inviable del “segundo piso” de la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo por recibir una economía destrozada tras el fracaso de los proyectos que darían dinamismo a México.
Las fórmulas casi mágicas de López Obrador, no dieron los resultados prometidos, en parte, por el desprecio de los conocimientos científicos que se requieren en la administración pública, como sucede en cualquier profesión, porque para él gobernar no era una gran ciencia, de tal forma que desestimó las advertencias de especialistas, a los que ha acusado de estar al servicio de sus oponentes.
Como dije, el actual sexenio no ofrece nada nuevo en los temas determinantes para el desarrollo nacional y un ejemplo es precisamente el que no pueden bajar el precio de la gasolina y otros combustibles a pesar de que los gobiernos de la Cuarta Transformación (4T), se empeñen en afirmar que a diferencia del pasado, ahora sí se está trabajando para el pueblo.
Los números desmienten a los morenistas, veamos. La gasolina magna, está cerca de 20% más cara que cuando terminó el gobierno de Enrique Peña Nieto. Hoy, en el gobierno de Claudia Sheinbaum, tanto el diésel como la gasolina Premium se vendían hasta este fin de semana a precios máximos históricos.
Recordemos como López Obrador ofreció bajar el litro de gasolina a 10 pesos fortaleciendo a Petróleos Mexicanos (Pemex), evitando el huachicoleo y la corrupción, pero sobre todo produciendo este combustible en la Refinería “Dos bocas”, que a más de tres años de su apertura sólo ha presentado pérdidas y retrasos.
Como salida, el gobierno ha reglamentado que las gasolineras exhiban el precio de sus productos para que los consumidores puedan elegir la estación donde sea más barata, pero la ridícula diferencia de una estación a otra no es ninguna solución para los automovilistas. Por ejemplo, según la Comisión Reguladora de Energía (CRE), este miércoles 19 de febrero de 2025, en Zacatecas el precio promedio de la gasolina oscila entre los 24.98 en el caso de la Regular; la Premium se mantiene en alrededor de 25.34 pesos, mientras que el Diésel tiene un costo de 26.37 pesos.
El otro proyecto fallido de la 4T en Zacatecas es el de la presa Milpillas, que desde el 2017 fue considerado en la cartera de proyectos de la Secretaría de Hacienda por un monto de alrededor de tres mil 500 millones de pesos, que podría asegurar la demanda futura de agua potable en el corredor Fresnillo-Zacatecas, a lo que López Obrador y Sheinbaum respectivamente, prometieron destinar recursos burlándose del gobierno morenista en el estado, pero sobre todo de los zacatecanos que siguen confiando en la buena voluntad de la federación.
Basten estos casos para demostrar que la oferta política de Morena fracasó, en gran parte porque se sigue destinando dinero en los programas de transferencia monetaria para evitar la inconformidad generalizada y para callar la boca de los pobres que en apariencia se les ayuda mucho, pero por el otro lado compran la gasolina, los alimentos y medicinas más caras, rubros en que se gastan todo lo recibido por medio de las becas.
El otro problema es que el dinero se acaba repartido entre los mexicanos más pobres, pues hace pocos días se dio a conocer que con López Obrador, las obligaciones del país se situaron en 17.4 billones de pesos, equivalentes al 51.4 por ciento del Producto Interno Bruto: y como consecuencia, al cierre del sexenio pasado cada mexicano debía 131 mil 738 pesos, lo que se traduce en un incremento de 17 por ciento con respecto a los 112 mil 141 pesos por persona de la administración de Enrique Peña Nieto.
Así son los datos reales y aunque los defensores pagados se empeñen en querer cambiar la “percepción de la gente”, las cifras son contundentes, evidenciando el fraude que resultó la transformación en todo México.
Ante esto, a los pobres de México, a los estudiantes, amas de casa, campesinos, obreros y pequeños comerciantes, nos queda la gran tarea de crear un movimiento social sólido que se convierta en un partido político de nuevo tipo, que se plantee la toma del poder de la nación para ponerlo al servicio de los desposeídos, mientras eso se logra, se debe seguir denunciando el fracaso de Morena al frente del gobierno de México.