La esperanza del cambio
LUCÍA LAGUNES HUERTA *
Una constante de la marcha del sábado fue el hartazgo. Las jóvenes estudiantes de universidades públicas y privadas salieron a la calle, para hacer oír su voz de un sistema político que no las ve y no las oye.
Jóvenes mujeres que no tienen entre sus prioridades la maternidad sino la profesión, el crecimiento intelectual y conocer el mundo. Ellas al igual que miles de jóvenes salieron a las calles para hacerse visibles, y mostrar su posición política de manera pública sin que medie partido alguno.
Margarita, Cristina y Reyna son estudiantes de la Facultad de Filosofía de la UNAM, quienes junto a Sonia, del Tecnológico de Monterrey, y María Fernanda, de la Ibero, caminan por Paseo de la Reforma. Para éstas últimas es su primera marcha.
“Por los cientos de mujeres asesinadas en el Edomex y la impunidad de los crímenes, no queremos a EPN”, decía una de las consignas en la marcha del pasado sábado. “Porque Atenco no se olvida”, decía otra.
La juventud recicló viejas consignas y reunió en la plaza pública a jóvenes de todos colores, con sectores de la población que se sumaron a ella; muchos convocados por sus propias hijas e hijos.
Habitantes de San Salvador Atenco recorrieron las calles nuevamente; doña Trini encabezaba y cargaba una manta: “Atenco Vive…”.
Ellas y ellos integran el padrón electoral; son parte de los 84 millones de personas que el próximo 1 de julio elegirán a quien gobernará este país.
Las jóvenes tienen claro que no votarán ni por guapos ni por mujerismos, así lo señalan. Que haya una mujer candidata es bueno porque tenemos derecho a eso, pero no me representa –refiriéndose a Vázquez Mota–, dice Margarita, de la UNAM. Otra más llamaba a votar por el futuro, “no por una cara”.
La marcha de este sábado renovó también la esperanza y nos mostró que la juventud no es manipulable, ni mucho menos está ausente de crítica.
Es también un llamado a quienes no tienen en su prioridad la agenda de los Derechos Humanos de las mujeres. A las jóvenes les interesa la certeza de su futuro, tener trato digno en la vida cotidiana, en lo público y en lo privado.
Tienen otras formas de organización; las redes sociales son su nuevo espacio de interacción y reflexión; desde ahí alimentaron la convocatoria que se concretó este sábado y que pone a prueba el pasado represor como lo sucedido en Córdoba, Veracruz, y Colima, donde jóvenes que protestaban contra Peña Nieto fueron agredidos.
No quieren sotanas dirigiendo su destino, no creen en el conservadurismo como destino; son liberales.
Las jóvenes que este sábado salieron a protestar son mujeres que construyen su autonomía día a día y por ello, dicen, quieren un país libre, donde las personas elijan, donde las mujeres no tengan hijos por tener, donde no las violen ni las maten, y además la autoridad no sancione. Estas jóvenes estudiantes son también la esperanza del cambio.
Twitter: @lagunes28
*Directora general de CIMAC.