La del Día del Zacatecano, fiesta familiar de sabores, olores y música en la CDMX
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Ciudad de México.- La Tercera Sección del Bosque de Chapultepec se llenó de los olores, sabores y música de Zacatecas. El motivo no era para para menos. Era el Día del Zacatecano.
Y el festejo se llevó a cabo con toda calma, a pesar del bloqueo por parte de los vendedores ambulantes, una mafia que tiene secuestrado el Bosque y que esta vez impusieron su ley cerrando el acceso al estacionamiento.
Aún así, uno a uno de los zacatecanos que por trabajo, familia o estudio han hecho su vida en la Ciudad de México, llegaron para convivir con sus paisanos. Y de paso, por qué no, degustar unas ricas enchiladas, un caldo de res y, por supuesto, un asado de boda.
El teatro al aire libre fue el escenario de un baile que motivó la Banda Sinfónica de Zacatecas, al ritmo de “La Negra Tomasa”, logrando que todos movieran los pies y animaran con las palmas a los bailarines, entre ellos el mismo gobernador Alejandro Tello Cristerna.
Y así, en esta enorme kermés, mientras unos probaban los quesos, otros bailaban al ritmo de la Banda Jerezana, y algunos más adquirían los productos que los artesanos, apoyados por la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal, llevaron, se armó en grande la fiesta zacatecana.
Esta vez, los futbolistas del equipo Mineros, que también llegaron para convivir con los asistentes, escucharon el anuncio de que el 27 de junio se llevará a cabo la reinauguración del estadio “Carlos Vega Villalba”, con lo cual el equipo accede a la posibilidad de jugar en primera división.
“Ahora sí estarán listos para ganarle al América, a las Chivas y al Cruz Azul”, dijo Tello Cristerna.
El evento, al que habrían acudido unas 20 mil personas, según la cifra oficial, no sólo contó con el apoyo del Centro Social y Cultural Zacatecano, que preside Isidro Robles, sino también de la Secretaría de Economía, en especial de la Dirección de Comercio Interior. Desde ahí se coordinó la instalación de los stands en los que se ofertaron los productos.
En el comunicado de prensa se destaca el hecho de que en la Ciudad de México, si bien las poblaciones originarias de otras entidades están agrupadas, ninguna como la de Zacatecas lleva a cabo una celebración cada segundo domingo de junio. Ya son 68 años ininterrumpidos.
Y esta vez, tras los problemas para conseguir el permiso, de parte del gobierno de la Ciudad de México, se hizo un llamado a festejar con medida. “Que sepan que los zacatecanos sí somos educados”, pidió el maestro de ceremonias.
Este festejo, el segundo que organiza Alejandro Tello, y en el que la organización y la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas marcó la diferencia con anteriores celebraciones, dejó entre los asistentes un buen sabor de boca. Se le dijo adiós a las borracheras y la bienvenida a una fiesta netamente familiar.
LNY/Redacción
