La corta memoria de Melina y la ULADI
SOLEDAD JARQUÍN EDGAR
En un segundo intento por obstaculizar los derechos político-electorales de las mujeres que eligen a sus autoridades municipales por sistemas normativos indígenas en Oaxaca fue disuelta y la iniciativa fue “bajada” pretensión de turnarla a comisiones en el Congreso local el pasado miércoles se guardó o, incluso, se planteó que fuera aprobada de inmediato.
La intención de la diputada morenista, Melina Hernández Sosa, que acompaña la iniciativa que propusieron 26 municipios adheridos a la la Unión Liberal de Ayuntamientos del Distrito de Ixtlán (ULADI) terminó tras una acalorada discusión entre diputadas y diputados del Congreso, unos para aconsejar evitar la repetición de una historia que en 2023 les había corregido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque para atrás ni para tomar impulso.
No tengo idea si es corta la memoria de algunas personas o piensan que deben insistir hasta conseguir sus objetivos, pese a que claramente la propuesta de una paridad modulada, es una antipropuesta por violatoria a los derechos político-electorales de las mujeres al pretender obstaculizar la participación política-electoral.
Recordamos que, en septiembre del 2022 esta misma LXV legislatura modificó el artículo Tercer Transitorio de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado. (LIPEEO) y cambió la obligatoriedad de la “paridad” en las elecciones del 2023 por una “paridad gradual” (poco a poco, como se fueran dando las condiciones).
En este nuevo intento, lo que buscan es la paridad modulada que es igualita a su anterior intento, por tanto, sobra decir, que volvería a intervenir la Corte mexicana para corregir la violación a los derechos humanos de las mujeres y otra vez restablecer la vigencia del texto del artículo Tercer Transitorio del decreto 1511 expedido en mayo del 2020, para mantener la obligación de la paridad de género en los 417, ahora 418 de los municipios a través de sistemas normativos indígenas y que debió ser alcanzado en 2023, para continuar en las futuras elecciones, como las del próximo año en que habrán de ser renovadas en más de 300 municipios oaxaqueños.
No sabemos si lo volverán a intentar, porque el hecho de que bajaran la iniciativa puede ser por una o varias semanas, todo depende de quien es el iluminado que está detrás de la “paridad modulada” que, ni quien lo dude, responde a la política patriarcal y machista. Se logró detener gracias, sin duda a las protestas que en redes sociales y mediante una carta pública firmada por unas 25 organizaciones y más de 80 mujeres.
Lo cierto es que hay quienes no han hecho su trabajo, uno que está mandatado en la ley para que se cumpla realmente con la paridad en los procesos de elección de autoridades municipales de sistemas normativos indígenas como de partidos políticos, me refiero al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, la Secretaría de la Mujer, la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Interculturalidad, Pueblos Indígenas y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, todas del gobierno del Estado de Oaxaca, quienes han nadado de a muertito, pero que han aprendido y muy rápido a “ejercer” la política de simulación y tomarse la foto para redes sociales, en esa pretensión de engañar. Todo eso se llama corrupción.
Porque otra triste realidad es que tampoco existe una instancia que ayude a fiscalizar las tareas de los gobiernos, incluyendo al Congreso de Oaxaca, donde la diputación sigue reinventando el hilo negó y el agua tibia, mientras los problemas reales se desbordan por aquí y por allá, los morenistas como los que se fueron hace tiempo y que luego se revolvieron entre todos para ser la mitad y la mitad, están cortados por las mismas tijeras, de ahí la importancia del contrapeso real al sistema político: las organizaciones de la sociedad civil, que pese a la sistemática criminalización y señalamientos ponen el dedo en la llaga.