La Burbuja del Poder
OMAR REYES
Recientemente Mark Zuckerberg, fundador de la red social Facebook, anunció que emprendería una iniciativa titulada “INTERNET.ORG”, cuyo fin sería construir los medios que permitan llevar el acceso a Internet a todos los rincones del planeta y abatir la increíblemente enorme brecha digital.
Con más de 2/3 de la población mundial que aún no tienen acceso a la red de redes, pareciera un gran reto poder llevar este servicio a las 5 mil millones de personas en el mundo que todavía están desconectadas de un mundo que, hoy por hoy, desarrolla una gran cantidad de sus actividades en línea.
Zuckerberg asegura estar en pláticas con compañías del ramo de las telecomunicaciones a lo largo y ancho del planeta, para generar los mecanismos que permitan abaratar los costes del acceso a Internet mediante el desarrollo de nuevas tecnologías; para lo cual habría invertido ya unos mil millones de dólares y, según palabras de él mismo, está dispuesto a invertir mucho más.
Ya un par de meses atrás Google había anunciado por su parte una iniciativa similar en cierto modo llamada “Proyecto Loon”, la cual persigue lo mismo, aunque por otros medios. Google intentará llevar el acceso a Internet a todos los rincones del mundo a través de globos aerostáticos que funcionen como puntos de acceso inalámbrico, gracias a los cuales la gente en lugares remotos tendría la posibilidad de conectarse a la red de redes.
Desde luego ambas iniciativas, fuertemente aplaudidas por muchos, también han sido blanco de fuertes críticas, ya que ambos proyectos poseen un carácter frívolo más que de beneficio social. Muchos no tardaron en preguntar de qué serviría facilitar el acceso a Internet en lugares donde la población no cuente con dispositivos electrónicos que puedan aprovechar el acceso a este servicio, pues carece de los servicios más elementales como agua potable o energía eléctrica, o no tiene un lugar digno dónde vivir y hasta muchas veces ni siquiera qué comer.
Bill Gates, fundador de Microsoft, ha sido uno de los más duros críticos de estas iniciativas y asegura que de nada servirán. Hoy totalmente dedicado a las causas benéficas, ha invertido fuertes sumas de dinero (inclusive ha dejado de ser el hombre más rico del mundo) para la lucha contra la pobreza y el hambre y enfermedades que aun representan un gran problema para la humanidad.
“Conectarles a Internet no elevará el nivel de vida de los más pobres” argumenta Bill Gates, ya que “cuando un niño en África enferma de diarrea, ningún sitio web lo aliviará de ella. Ciertamente creemos en la revolución digital, y en que conectar hospitales y escuelas es algo bueno, pero no para los países subdesarrollados. A ellos no les ayudarás a menos que hagas algo directamente para combatir la malaria”.
Pero ni Mark Zuckerberg de Facebook, como Larry Page de Google parece estar conscientes de que para mucha para la población que no puede accesar a sus servicios en línea hay prioridades que no tienen que ver con Internet. Pareciera que han llegado al límite de expansión de sus negocios pues éstos no podrán crecer más a menos que más gente haga uso de ellos. ¿Y es esa visión comercial lo único que debe importar? No. Sin duda les hace falta salir de la burbuja de éxito y fortuna en que se han encerrado y bajar más al mundo real.
Es fácil perder el piso cuando se ganan tan fuertes sumas de dinero todos los días. Lo mismo pasa en nuestro país con nuestros servidores públicos. También en México los legisladores propusieron elevar el acceso a Internet para cada ciudadano a calidad de derecho humano, e incluso se estableció que debía ser de no menos de 5Mbps de velocidad.
¡Qué bien! Porque cuando algo que para muchos puede ser tan vano como entrar a Internet ya es opción para ser derecho humano en nuestro país, solamente debe ser porque ya están garantizados y resueltos todos los otros derechos humanos básicos fundamentales. Si se puede pensar en que cada mexicano tenga acceso a la red a “alta velocidad”, sólo es porque cada mexicano ya tiene previamente garantizada la seguridad social, el trabajo bien remunerado, vivienda digna, educación de calidad, salud de calidad, agua potable, alimento diario, seguridad pública, justicia oportuna, diversión y esparcimiento.
Pero no podía ser más cegadora la burbuja en la que viven el presidente, los gobernadores, diputados y senadores pues queda claro que no tienen idea alguna de las necesidades de la gente. Y como se les puede culpar pues en esos lujosos restaurantes donde gestionan y negocian las políticas y reformas del país, esos donde una sola comida puede costar más que todo lo que muchos ganan en un mes, nunca podrán observar el dolor y las carencias de los que poco o nada tienen.
De otro modo cómo se explica que a petición grupos empresariales se pretenda eliminar el IETU que, a decir de ellos tanto los ha golpeado, a costa de aumentar el ISR, generalizar el IVA (aplicándolos a alimentos y medicinas), así como muchos otros impuestos como se ha propuesto. Y mientras se le perdonan cantidades ofensivas de contribuciones a una televisora, como a muchas otras empresas, se grita a los cuatro vientos que no hay dinero para invertir en materia energética. Y mientras nada se hace para reducir y eficientar el gasto público, la solución será entregar el principal motor económico del país a la iniciativa privada extranjera. Y claro, al final la salvación como siempre estará en aumentar la recaudación fiscal haciendo que pocos paguen mucho más en vez de hacer que paguen todos.
Pero cuando se gana tanto dinero al mes como lo ganan ellos, ninguna de las necesidades reales se siente…
Twitter: @_OmarReyes