Juventud resiliente: Reforma a la reforma: La apuesta sexenal
RODRIGO DE JESÚS RODRÍGUEZ OLVERA
La educación como punto álgido de la constante evolución cívica social debe de ser tema, precisamente, innamobible de cualquier plan de desarrollo gubernamental con la constante participación de las partes involucradas en la transmisión del conocimiento, ya sea en las aulas y/o en el campo académico. No es raro pues, que siendo eje medular de las administraciones públicas sobre todo desde los lineamientos constitucionales cada ejecutivo sexenal en México traiga su perspectiva de cómo adentrarse al enramado del conocimiento tácito de la impartición de asignaturas escolares con sus derivados.
Esteban Moctezuma presentó en días pasados: “la reforma a la reforma” donde se echará abajo lo que el ex presidente Peña anunció como una de las obras maestras en su sexenio: La reforma educativa. No se puede negar que la reforma peñista impulsada por el autoprecandidateable a la pasada elección presidencial Aurelio Nuño tenía de forma buenos argumentos, pero en la praxis era algo oblicua, por no llamarle inentendible.
Moctezuma actual secretario de educación y presidente de “Fundación Azteca” además de que se desempeñó como dedo chiquito del expresidente Zedillo (Secretario de Desarrollo Social), trató de explicar de manera muy gris (tal vez ocasionada por la desmañanada) en 30 puntos lo que constará la nueva reforma educativa. Analizando en la pluma humilde de su servidor algunos puntos que no solamente eran necesarios en el sistema educativo de nuestro país sino son apremiantes, ya no digamos para competir sino para medianamente mantenerse en un nivel educativo de un país en vías de desarrollo.
Entre los puntos destacables está la constitucionalidad del acceso gratuito al nivel superior de la educación, es decir, en la teoría se podrá ingresar a una mayor oferta de licenciaturas e ingenierías de manera gratuita, aunque faltaría complementar con la obligatoriedad. Otro punto es otorgar un verdadero realce a la materia de cívica y ética, al grado de otorgarle importancia como a las ciencias básicas y matemáticas. El desarrollo cognitivo de los educandos para ser tolerantes y como se titula esta columna “resilientes” ante las adversidades técnicas y psicológicas más comunes a lo largo de la vida, es decir, tener herramientas para aceptar, controlar y erradicar la frustración con una propuesta de valor.
No cabe duda que otorgarles a los anteriores puntos niveles constitucionales es un primer paso para estabilizar hegemónicamente el nivel educativo para después obtener rendimientos cívicos, éticos, ambientales, económicos y de valor agregado integral. No se puede negar que los intereses educativos se ven infringidos por ramificaciones grupales y personales que en nada abonan al desarrollo del país en la educación, sin embargo, el primer paso es el más difícil y el tiempo que tiene el gobierno federal para probar el éxito de esta propuesta de mejora educativa es de algo así como 5 años, razón por la cual si no es del agrado popular y de los entes en la educación pasará a la historia como (valga el trabalenguas) otra reforma a la reforma que vendrá a ser reformada en 2024.
Nos leemos la próxima, si Dios, adiós.
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