Juventud resiliente: Participación social óptima
RODRIGO RODRÍGUEZ OLVERA
Se acercan cada vez más los tiempos de una efervescencia que cobija al binomio de política-democracia, en donde las propuestas son proliferadas a una velocidad sorprendentemente alta y tal vez sin la solvencia técnica, jurídica o social que esta pudiera desencadenar a favor o en contra del bien común.
Sim embargo, la ciudadanía escoge a sus gobernantes, si para que se encarguen de las situaciones en la vigilancia de los derechos ciudadanos y las necesidades sociales, pero olvida que los gobernantes necesitan la sinergia de la opinión publica responsable a favor del óptimo desarrollo del derecho.
Técnicas de gobierno abierto y espacios para foros de retroalimentación son esfuerzos desde el lado de los órganos autónomas para precisamente tener una participación ciudadana permanente y activa que limita que sean exitosas por varios factores.
Uno de estos factores es la apatía, todos tenemos una posible solución, pero por falta de tiempo, por falta de interés e incluso por temor a que la opinión personal suene tonta no se concreta ese tipo de foros o ejercicios ciudadanos; otro factor es que la ubicación geográfica limita a los municipios alejados del corredor urbano intermunicipal.
No existe duda que la creación de políticas públicas y planes de desarrollo deben de ser elaborados con técnica, experiencia y conocimiento, pero si a eso le sumamos una participación social donde los correligionarios de diferentes sectores participen, la evolución en las políticas públicas será más abultada en materia de inclusión y diversidad que desembocara al ejercicio de generar bien común evolucionado.
Nos leemos la próxima si Dios, adiós.
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