Juventud Resiliente: Lo que pasa en las Vegas no se queda en las Vegas
RODRIGO RODRÍGUEZ OLVERA
Una matanza monumental fue la que volvió a suceder apenas hace unos días en la capital del juego y el exceso. Un desequilibrado mental acabo con la vida de varias decenas de personas que asistían a un concierto de música country.
Tan fácil como comprar un dron o un celular es adquirir un arma entre los requisitos destacan: Contar con más de 21 años, presentar licencia de conducir, llenar un formulario y checar si no cuentas con antecedentes penales “graves”.
Una verdadera locura protegida por una enmienda que se evoca a la independencia del país vecino y no a tiempos actuales, es como querer todavía comerciar con especias como moneda de cambio.
Envueltos en un estado de derecho de portación de armas como seguridad, se autolacera la capacidad de el bien común, donde prevalece el sentido subjetivo y no el objetivo de una autoridad con el don de equilibrar el óptimo desarrollo social.
Ahora no es extraño el envío masivo de armas como aquel que es homónimo a una película de acción, si el único requisito legal es firmar, la ilegalidad para su distribución es como en México comprar la película de estreno por 10 pesos, así es la facilidad no solo del tráfico de armas ilegal, lo más preocupante que en lo legal prácticamente no hay requisitos.
Nos leemos el próximo viernes si Dios, adiós.
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