Juventud resiliente: El reto de los Derechos Humanos

RODRIGO RODRÍGUEZ OLVERA

Logrados a base de luchas que movilizaron a grupos enfocados en hacer prevalecer que se tiene legitimidad a ciertas características dentro de la sociedad partiendo desde la base individual, es como surgen los derechos humanos.

La Libertad guiando al pueblo, por Eugène Delacroix (1830), es la gráfica más famosa que representa a tal conjunto de decretos inherentes a las personas, que en un análisis los derechos humanos se forman a base de la lógica y de ciertas características que se asemejan mucho con las prácticas de fe religiosas.

Son tan importantes como la vida misma, sin embargo, en la praxis se desvirtúan dejando de ser universales para muchas veces convertirse (sobre todo en el tema penal) en artífices para lo indefendible o lo ilógico.

Se recuerda el caso de Florence Cassez, que, por una supuesta exhibición en un melodramático reportaje, tuvo que ser liberada a pesar de contar con las pruebas que la vinculaban al delito por la privación legal de la libertad de terceros, debido a que se violó su “debido proceso”.

Aterrizándolo en lo tropical, nos encontramos con numerosos casos que como ciudadanos hacemos uso de la evocación de derechos humanos, por ejemplo, nos gusta estacionarnos 5 minutos en doble fila porque ejercemos nuestro derecho a la libertad con el valor de la tolerancia, pero cuando el caso es que otra persona estorba en segunda fila le recordamos hasta el día que nació.

Generalmente lo más sencillo es juzgar a una autoridad y declararla culpable por una mala acción que realizamos y nos sentimos ofendidos por la violación de nuestros derechos humanos, sabiendo que al ejercer un derecho tenemos también una responsabilidad. Y en un ejercicio de conciencia estimado lector creo que todos alguna vez (cuando menos) hemos hecho algo que sabemos que no es lo correcto y luego señalamos al de al lado por la misma acción.

Queremos que no se tapen las alcantarillas en tiempos de lluvia, pero tiramos por la ventana hasta la envoltura de chicle, analogía como la anterior se cuentan en miles, mientras como sociedad no se entienda que cuando existe un derecho humano y/o constitucional también tenemos obligaciones para preservar los propios y los ajenos, estaremos más lejos de llegar a una sociedad justa y sana.

Nos leemos la próxima si Dios, adiós.

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