Juventud resiliente: 580 kilómetros para la conectividad total en Zacatecas
RODRIGO DE JESÚS RODRÍGUEZ OLVERA
El estado de Zacatecas cuenta con una ubicación privilegiada en el mapa y el único capricho natural fue la usencia de litorales, pero fue compensando con salidas que conectan prácticamente hacia un corredor de ciudades y demarcaciones que son la base económica de México.
Sin duda alguna, la conectividad aérea hace que cualquier territorio sea accesible para practicas económicas terciarias, pero una demarcación correctamente conectada por la vía terrestre despega las actividades primarias económicas primarias y secundarias con lo que la economía reditúa de manera inmediata en los bolsillos locales.
Teniendo la oportunidad de trasladarse por 4 carriles en pocas horas hacia el norte se puede ingresar a la frontera del país con mayor influencia integral mundial o en pocas horas hacia el sur poder trasladarse para tomar un vuelo a cualquier parte del mundo vía la capital del país. Existe una realidad de conectividad que es muy buena, pero lejos de ser suficiente.
Necesario terminar la autopista Tepetongo-Guadalajara, Las Palmas- Durango y Zacatecas Aguascalientes; sin olvidar una utopía que siempre ha sido conversación de gobernadores: el mega proyecto Chalchihuites-Tepic o en su defecto Valparaiso-Tepic. Las 3 primeras ya presentan cierto avance y seria una gestión de dos fuerzas y entes territoriales, una por cada estado.
Necesario pues la gestión ya que no solo depende de el cuerpo gubernamental ejecutivo de Zacatecas ni de los estados con los que conectarían estas vías, depende pues del esfuerzo conjunto de legisladores, sociedad civil, pero sobre todo de la fuerza empresarial organizada, así como sus distintas cámaras y colegios.
No obstante, como toda obra de beneficio no puede ir extinta de riesgos y en este caso el desarrollo carretero no es exclusivo del desarrollo económico legal, sino también el ilegal ya que con esto se presentaría una ruta perfecta para las actividades prohibidas por la ley, sin duda el reto es la construcción y el reto del reto es acabar con lo refractario del desarrollo legal, que es lo prohibido en la bonanza de la red carretera.
El paquete fiscal 2020 de ser aprobado y firmado en papel glassine por las cámaras, parece reducir las posibilidades de concretar en ese año alguna de las carreteras, sin embargo, en la insistencia con argumentos se abre la llave, o cuando menos escurre. Al tiempo.
Nos leemos la próxima, si Dios, adiós.
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