Jerez, Miel y veneno a la vez: No es para alegrarse
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Finalmente el coronavirus y la alarma que ha desencadenado a nivel mundial, para Jerez ha resultado más poderoso que la mismísima y mortal influenza e incluso más que el llamado año del hambre y la necesidad; en un hecho inédito, se tomó la determinación de suspender la Feria de Primavera Jerez 2020.
La decisión no puede tomarse como una situación de triunfal festejo, aunque no se descarta que algunos puedan estar festejando. El hecho es preocupante y no debería ser una situación para alegrar a nadie.
Y es que todos sabemos el detonante económico importante que representa la festividad, amén de los excesos que impactan en la infraestructura, sobre todo del jardín principal, en la borrachera descontrolada e incluso en lo religioso.
No es sólo la suspensión, habrá secuelas posteriores muy complicadas para la economía local, pero ninguna más importante que la vida de un ser humano.
La feria de Primavera es tradicionalmente el repunte esperado tras la tristemente tradicional cuesta de enero, que en el caso de Jerez suele prolongarse por meses, pero siempre prevalece la esperanza no sólo de recuperarse en abril, sino de tener un guardadito para la etapa de vacas flacas, que viene inmediatamente después de la semana de festividad y se prolonga hasta las vacaciones de verano.
Determinación contundente
Y por supuesto que no estamos en contra de la determinación, en todo momento nos pronunciamos por la prudencia de los ciudadanos, para no matar la feria antes de tiempo sino esperar a que la autoridad correspondiente determinara lo conducente, como ya ocurrió.
El anuncio hecho esta noche por el presidente Antonio Aceves Sánchez, pone fin toda especulación, la decisión es contundente, se suspende la feria; entendemos que no hay marcha atrás, aun y cuando las medidas adoptadas en todos los niveles pudiera reflejar alguna mejoría en las próximas semanas; lo más seguro es que anoche mismo inició la cancelación de contratos y se echaron para atrás muchos de los avances que ya se tenían, con la consecuente pérdida monetaria que ello representa.
Sin el afán de restar importancia a la alarma por la pandemia, hay que señalar que muchos jerezanos ya le agarraron el modo de aprovechar el festejo anual, que favorece a propietarios de viviendas que alquilan a visitantes temporales de estos días; a músicos, meseros, taxistas, restauranteros, boleros, cantineros y otros sectores.
Algunos de ellos quizá habían invertido para acondicionar sus espacios, en equipo e insumos; otros seguramente recibieron anticipos e incluso pagos por servicios, que ahora tendrán que devolver y que quizá ya no tengan, pues con la esperanza de la feria, lo habían gastado en solventar necesidades propias.
El tiempo dará la razón
Pero la autoridad tuvo que tomar una determinación que seguramente habrá de dividir opiniones, será el tiempo el que le dé la razón si fue o no acertada, pero –insisto–, partiendo de la premisa de que la salud es primero, hizo lo prudentemente correcto, no tenía caso correr riesgos.
Hay que decir que de cualquier manera iba a ser complicado el éxito de la feria, porque independientemente del programa general que pudiera ser o no atractivo, con las especulaciones que en torno al Coronavirus se dejaron sentir en los días anteriores, iba a ser complicado que viniera la gran cantidad de persona s e acostumbra recibir y es que, antes de que Antonio Aceves tomara su decisión, muchos ya habíamos ahuyentado a los posibles visitantes con comentarios poco favorables.
Determinaciones en cadena
La suspensión de la Feria de Primavera se suma a la determinación que Alejandro Tello Cristerna había tomado días atrás, de cancelar el Festival Cultural de Semana Santa, además de la suspensión de diversos eventos masivos, sobre todo deportivos y artísticos a nivel local, nacional e internacional, como la gira de conciertos del puertoriqueño Riky Martin, que impactó a Zacatecas.
Hoy mismo se dio el anuncio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de adelantar las vacaciones de Semana Santa, como medida de contingencia.
Habrá que ver las determinaciones que adoptará la iglesia católica con relación a los rituales de la llamada Semana Mayor, la Procesión del Silencio y otros. Hay que decir que en pleno Jubileo Diocesano, semanas antes se decidió suspender durante la misa el saludo de la paz y la comunión se da en la mano.
Y no sólo es la iglesia católica; los Testigos de Jehová cancelaron este fin de semana la Asamblea de Circuito que se llevaría a cabo en esta ciudad, con una concentración importante de personas provenientes de Valparaíso, algunas comunidades de Fresnillo y las congregaciones de Jerez.
Y parece ser que esto es apenas el inicio; hay que tomar precauciones y seguir al pie de la letra las recomendaciones.