Jerez… Miel y veneno a la vez

RICARDO EVODIO CABRAL VERA

Despejada la duda

Quedó despejada la duda, en su último domingo como presidente municipal y calculando que se pudiera acarrear los mayores reflectores  con miras a su nuevo proyecto político, el alcalde presentó el programa artístico de la Feria de Primavera 2015. 

Un programa casi tan rico como el que se presentó el año anterior, igual con artistas de renombre y con sólo una estrella que repite, Pepe Aguilar; la autoridad habla de que mejoró aunque para algunos que gustan del género predominante, se queda por debajo del anterior y otros pueden afirmar que la sola presencia de un artista como Marco Antonio Solís y una banda como la Arrolladora, lo hacen superior al del año pasado. Finalmente, en gustos se rompen géneros reza un refrán popular.

Llama la atención la reiterada negativa para dar a conocer los costos de una papeleta que evidentemente es cara, inalcanzable para cualquier presupuesto municipal; el alcalde se concretó a decir que el éxito económico se basa en que los recursos no van a parar a su bolsa ni a los de ningún integrante del patronato y justifica que cualquier inversión será siempre menor que la derrama que deja un evento como la Feria de Primavera.

Ahora es más creíble

A diferencia de 2014, las especulaciones en torno a lo que será el programa del Teatro del Pueblo para la cada vez más cercana Feria de Primavera, despiertan ahora menos duda;en la edición anterior, cuando por vez primera se diseñó un proyecto para que la población apreciara artistas y agrupaciones de primer orden, surgieron un sinfín de dudas y descalificaciones, anticipando un posible engaño, ante un escenario que “parecía demasiado para ser verdad”.

Pese a que una gran mayoría no lo creía, la programación se cumplió en un 80 por ciento, pudo haber sido el cien de no ser el compromiso de último momento adquirido por la Arrolladora Banda El Limón y el caso del grupo Bronco.

Por cierto, en esta ocasión los premios Billboard no amenazan el desarrollo de la feria, pese a las cuatro nominaciones del Buki y cuya entrega será dos semanas después de concluido el evento de los jerezanos. 

Hoy el panorama luce distinto, todo lo que se especuló antes de oficializar el programa y después de la presentación, tiene un alto grado de credibilidad y los comentarios más que orientarse a descalificar o desacreditar el posible programa, se encaminan a planear la visita a Jerez, para los que están fuera y de ir apuntándose a disfrutar del espectáculo, por parte de los que aquí permanecen. Evidentemente no falta quienes busquen de una u otra manera desacreditar el evento.

Por el voto de pan y circo

La cultura de pan y circo le ha redituado bastantes dividendos al gobierno de José Manuel Viramontes y a eso le apuesta de cara a un proceso electoral que lo tendrá nuevamente como protagonista, salvo que una de esas raras decisiones cupulares de su partido, determinen otra cosa.

Tiene sentido explotar al máximo la carta más fuerte en materia de propaganda proselitista, por lo que en esta última semana (incompleta) como alcalde, no dejará pasar la oportunidad de emitir el mensaje fuerte en el sentido de que el logro de la llamada mejor feria, es suyo y no de su suplente.

Lo interesante sería saber si alcanzará el plan hasta el 7 de junio, pues en la edición anterior, el buen sabor de boca duró poco más de un mes, cuarenta días después del Lunes de Jarritos, los detractores de la autoridad habían logrado darle vuelta a la tortilla, para entonces ya se hablaba de costos excesivos, de falta de transparencia, además de que se desestimaba la derrama económica y hasta se cuestionaba que la falta de liquidez que acarreó la tesorería durante prácticamente todo el año, obedecía al desorden con que supuestamente se despilfarraron los recursos en esa semana de abril.

El nuevo escenario político

Lo ideal sería que la feria de primavera transcurriera en un marco de limpieza, ajena por completo a las cuestiones de índole electoral, lo que resulta imposible, pues no hay que olvidar que el llamado Sábado de Gloria, se convierte en una pasarela en la que hasta los que jamás han montado un caballo, hacen lo posible por mostrarse ante los electores como gente del pueblo, mientras que en las corridas de toros se colocan en lugares estratégicos para ser bien vistos, sobre todo por algún apoderado de un torero que pueda recomendar un brindis.

En este sentido el Teatro del Pueblo se presenta como un escenario nuevo que buscarán explotar los diversos candidatos; habría que ver la imparcialidad con que sea capaz de actuar el patronato para tratar con igualdad de circunstancias a los aspirantes a la diputación federal, pero podemos anticipar que por ahora sólo Viramontes Rodarte tiene un espacio asegurado, los demás deberán buscar la manera de penetrar y no será fácil.