Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Vox populi, vox dei
Aunque el efecto de las redes sociales ha crecido notoriamente en diversos aspectos de la vida social de Jerez, nunca como ahora se había visto la fortaleza de las mismas y la unidad de los usuarios, concretamente de Facebook, para un solo tema, como lo fue la llamada Glorieta de la Muerte, que creció considerablemente, hasta prácticamente obligar a las autoridades a hacer efectivo aquello de Vox populi Vox Dei y a actuar hasta eliminar lo que a juicio de la población, era un capricho sexenal de alto riesgo, independientemente de los costos económicos que estuvieron en tela de duda desde el mismo arranque del proyecto.
A los héroes, déjenlos descansar en paz
El 22 de mayo, surgió un comentario que en su muro publicó el conocido odontólogo Carlos Santoyo Reveles, “Me siento enojado, muuuuy enojado. Esta construcción sobre nuestra pista a Zacatecas, pasando el crucero a Tetillas, es un real peligro ¡es una estupidez! me siento cansado de que nuestras autoridades, nos pongan más trampas para morir. Me siento decepcionado. NO MAS MONUMENTOS NI OBELISCOS NI NADA PARECIDO A ESTO, QUEREMOS SEGURIDAD ¡los héroes, déjenlos descansar en Paz !”
La respuesta fue inmediata, se unieron muchas personas y llamó la atención los fuertes comentarios de profesionistas en las diversas áreas, médicos, arquitectos, ingenieros, contadores, maestros y otros, que regularmente se concretan a su trabajo y difícilmente se dan tiempo para atender chismes de cualquier índole y sobre todo a intervenir en politiquerías; desde ese instante el asunto pintaba para serio.
El tema cruzó de forma rápida las fronteras y muchos paisanos a través de las redes sociales, también se sumaron al reclamo popular que crecía diariamente.
Sin defensores
No encontramos entre los múltiples comentarios uno sólo que saliera en defensa de la obra y avalara su ejecución, evidentemente hubo participaciones de esas que no faltan en esta clase de espacios; las que le meten la jiribilla del sensacionalismo, el chisme y hasta la calumnia o agresiones; incluso los que denotaban que no tenían ni idea de lo que comentaban o simplemente no centraban su comentario, pero la mayoría eran puntos de vista fundamentados.
Tampoco escapó el hecho a intentar demeritar la movilización silenciosa mediante el uso de las modernas tecnologías de la información y aunque no faltó la clásica excusa de que el asunto estaba politizado, la fuerza de los auténticos apolíticos, seguramente puso a pensar a la autoridad que terminó por ceder en su capricho.
Por ahí algunos personajes muy comprometidos con el ejecutivo estatal, pretendieron desde alguna tribuna pública, hacer creer que no era tal el problema ni el riesgo y que todo estaba bien, pero terminaron por ceder en su errónea percepción.
Se tardaron pero actuaron
El resultado tardó pero finalmente se dio; ayer la glorieta ya no amaneció y el carril vuelve a ser apto para circular sin los riesgos que se mencionaron recurrentemente. Todo quedó casi como estaba, el camellón y la carretera de triple carril. Ahora sí, le daríamos la razón aquellos que en afán oficialista, malinformaron al gobernador Miguel Alonso Reyes y le cuentearon que los accidentes registrados, eran por no respetar los límites de velocidad y los señalamientos, no por la mala ubicación de la obra, como lo declaró el propio mandatario el 19 de junio en el vestíbulo del Teatro Hinojosa.
La respuesta del municipio fue la cancelación definitiva de la obra y aunque no se descartan los motivos de carácter político, no fue el contexto central de la determinación. Pero debieron pasar cuatro meses para que se corrigiera el problema.
Se olvidan pequeños detalles
Sea como sea, el intento de monumento ya no está en ese lugar, ha dejado de ser un estorbo y un riesgo; lo que permanece son los reductores de velocidad que de manera inexplicable se dice que no se eliminarán por seguridad; se anticipa que habrá confusión, pues se supone que los que deben hacer alto total son las unidades que se incorporan del libramiento hacia la autopista, de otra manera, se obligará a detenerse parcialmente a quienes circulan por la vía preferencial, saliendo de la ciudad de Jerez hacia Zacatecas.
También permanece la serie de señalamientos con los que se quiso corregir el error, en la correspondencia Zacatecas- Jerez, pasando el acceso a la zona de tolerancia, donde hay cerca de quince señalamientos prácticamente encimados, a tres o cuatro metros de distancia entre uno y otro, algunos incluso obstaculizados por la hierba crecida, mismos que no cumplen con su objetivo pues en realidad por lenta que sea la velocidad, resulta imposible alcanzar a ver todos en tan corta distancia.
Ojalá que estas circunstancias no sean objeto de accidentes, pues de lo contrario, se pensará que de nada sirvió la eliminación de la Glorieta del Centenario de la Toma de Zacatecas, que dicho sea de paso, se instalará frente al Casino Jerez, sobre el camellón.