Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Atarle las manos era la estrategia
De acuerdo con aquellos que siempre piensan mal y casi siempre aciertan, la pugna que se ha desatado en el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado, Municipios y Organismos Paraestatales (SUTSEMOP) tenía como principal objetivo neutralizar a Miguel Martínez Olavarría, luego de que las bases le exigían sumarse a la toma de la Presidencia o realizar ellos, como Sindicato, la propia, ante la negativa del alcalde José Manuel Viramontes Rodarte, de sentarse a dialogar porque hasta ahorita no se ha tratado ni el aumento, ni otras prestaciones de un posible pliego petitorio de la agrupación que tiene un retraso de lo que va del año y parte del anterior, porque el acalde abiertamente no quiere nada con Martínez; voces cercanas a ambos dicen que en algún momento éste se habría atrevido a levantarle la voz exigiéndole atención.
Objetivo cumplido
Si en verdad era ese el objetivo, indudablemente lo han logrado, pues con un pendiente de 128 mil pesos, Martínez Olavarría tendrá mucho en qué ocuparse, como para pensar en hacerle maldades al patrón, que con todo conocimiento de causa le entró al evidente conflicto que se traen entre dirigencia estatal y municipal, y que a su vez es arena para dirimir viejos resabios políticos de carácter personal entre el tesorero del Comité Ejecutivo, Jaime Martínez Saldívar, con el dirigente local; a su vez, Martínez habría pactado más arriba, poner fin al reinado de Martínez Olavarría, que al estilo de Martínez Gallo, se ha perpetuado en el cargo y ha tenido la inteligencia para ganarle todas las elecciones a candidatos que tienen el respaldo del aparato gubernamental en turno.
Ni de aquí ni de allá
Y en medio de todo esto quedan los trabajadores, sobre todo los del grupo quizá minoritario pero con presencia suficiente, esos que sí quieren cuentas claras de lo que pasó con los 128 mil pesos, que obviamente no comulgan del todo con las ideas de su actual dirigente, y que sienten que después de todo lo que pasó en la asamblea extraordinaria del miércoles y lo que pueda venir, andan como la India María, «ni de aquí ni de allá», porque no tendrán el respaldo de la dirigencia municipal, pero en todo caso, tampoco de la estatal.
Funcionarios o trabajadores sindicalizados
En la asamblea pudieron verse varios ex funcionarios que una vez concluidos sus periodos en los anteriores gobiernos, se reintegraron a su gremio, recobrando sus derechos; el estatuto establece que cuando un trabajador sindicalizado es promovido a un cargo de representación popular o de confianza, automáticamente se le suspenden sus derechos sindicales, a participar en asambleas y obviamente a votar y ser votado. Así lo hicieron en su momento Guadalupe Zenteno, Rafael Hurtado Ortiz, Francisco García García, Jesús Rodríguez Rivera, Elsa Duarte Rosales, Francisco López Magallanes, Patrocinio Carlos Morales y otros más. Curiosamente, la actual responsable del Departamento de Limpia, Marycruz Gómez Castruita, sigue tan campante como si nada en la actividad sindical, durante la asamblea del miércoles incluso tomó la palabra para defender al dirigente municipal que –obviamente–, no le iba a impedir su participación, y Armando Moreira y su equipo, simplemente no la conocían y le permitieron hacer uso de la voz.