Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Analizar, meditar y replantear
Al cumplirse la mitad del periodo constitucional para el que Fernando Uc Jacobo fue electo, llega el momento de rendir cuentas y enterar a la población de lo que se ha hecho en estos primeros 12 meses de gestión.
El hecho se presta también para hacer un breve, pero muy breve alto en el camino; para analizar lo que viene, un segundo año en el que se espera una mayor fluidez de los recursos que si bien no han dejado de gestionarse, no han llegado en la medida que se esperaba o mínimamente a la par de lo que fue en el pasado inmediato.
Es momento de replantear lo que así se considere necesario y poner en marcha la reorganización al interior del gobierno y apretar tuercas en un Ayuntamiento, cuya unidad se ha desquebrajado por completo y los intereses particulares o de grupo, rebasaron el otrora sagrado principio de lealtad e institucionalidad.
¿Va o no va?
Y no se puede dejar de lado que es necesario en ese pequeño espacio de meditación, reflexionar en relación con la continuidad de un proyecto, en este nuevo experimento político avalado constitucionalmente, que es la reelección.
Durante los primeros 10 meses de su gestión el propio Fernando Uc mostró su determinación de dedicarse exclusivamente a gobernar, asegurando que la reelección no le quitaba el sueño, pensando en que, de ser así, el aval para continuar tres años más después de este periodo, vendría por añadidura.
Sin embargo conforme se acercan los momentos de la decisión política, deberá—cuidando las formas y los tiempos–, hacer sentir su postura, aunque con ello también quedará expuesto a que se intensifique la guerra que desde hace unas semanas se ha desatado, pero son riesgos propios de una aspiración, en u camino que de suyo, será más áspero que de costumbre.
A enlodarle la fiesta
Regularmente el primer informe de gobierno de un alcalde se da todavía en un marco amistoso con la sociedad y si como en el caso de Fernando Uc que ha procurado mantener el contacto directo con la gente, especialmente de comunidades, lo más probable es que el evento tenga buena aceptación.
En eso radica la preocupación de quienes persiguen su propio interés y por tanto, no están dispuestos a dejarle tan fácil el paso libre, por lo que no se descarta que surjan grupos y personas que por convicción o patrocinados, pretendan echarle a perder la fiesta; se sabe de algunos que se organizan para hacerlo ver mal, amparados en la libre manifestación y expresión.
Sus detractores no perderán la oportunidad de desvirtuar lo realizado, por una parte haciendo crecer el señalamiento de que no se ha hecho absolutamente nada y otros atribuyendo el mérito de lo realizado a la gestión de la administración anterior, aunque en realidad, cada gobierno tiene su periodo constitucional y la otra terminó hace justo un año.
Y si bien se puede pensar en detractores exclusivamente del exterior, lo cierto es que el fuego amigo está más cerca del munícipe, de lo que pudiéramos imaginar; en algunas personas que se supone eran de su confianza, las que él palomeó, para una planilla o para aun equipo de trabajo.
Jerez como prioridad
El informe de gobierno es un acto protocolario que ha cambiado en los últimos años, ya no se trata de aquellas comparecencias que comenzaban a las 11 de la mañana y terminaban a las tres de la tarde, en los que se daba a conocer con detalle cada clavo y cada lápiz que se utilizaba; hoy se centra la atención en el contenido del mensaje político y sobre todo en alguna señal que permita vislumbrar el futuro político.
Finalmente cada quien hablará de acuerdo a como le haya ido, si la petición fue atendida con oportunidad, existe la posibilidad de que se refieran a un buen gobierno, sino es así, evidentemente opinarán lo contrario; los detractores por naturaleza continuarán en su papel y los aduladores también.
Por ello el momento es oportuno también para analizar de manera autocrítica qué es lo que no se hizo correctamente y en qué punto es necesario esforzarse más y sea cual sea el futuro inmediato en el contexto de un año político, se piense en Jerez como principal prioridad, lo demás, seguramente vendrá de manera automática, en caso contrario también se esfumará sin siquiera haber llegado.