Jerez… Miel y veneno a la vez

RICARDO EVODIO CABRAL VERA

Hay que acostumbrarse

Cada vez se hace más recurrente la moderna práctica en política, de acudir a un tribunal para que sea éste el que a final de cuentas resuelva algunos asuntos de tipo electoral, lo que pone al descubierto los enormes vacíos que existen en la ley.

Por lo pronto parece que tenemos que ir acostumbrándonos a que la resolución de los resultados electorales, se dé en base a un criterio jurídico y no a los números arrojados en las urnas al final de una jornada electoral.

Quizá de manera injusta, no deja de ser legal esta forma de resolver y quien aún cree en las instituciones no tiene de otra que aceptar, pero desafortunadamente, en la mente del grueso de la población, entre los que poco o nada entienden de mecanismos legales, siempre quedará la sensación de manipuleo e incluso de robo.

El histórico caso Bermúdez

El experimento político que hace 15 años representó ser el mítico Rey del Tomate Andrés Bermúdez Viramontes, fue también un parteaguas en materia jurídica postelectoral. Luego de su triunfo contundente, de la noche a la mañana el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo declaró inelegible y lo despojó de la presidencia municipal, a unas horas de asumir el cargo.

Aunque en ese momento no se tuvo toda la claridad o transparencia del proceso, se dijo que fue el propio Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien habría interpuesto el recurso, debido a que Bermúdez Viramontes no acreditó la ciudadanía, pues él mismo en algún momento precisó de manera oficial ser residente de Winter California y no de Jerez.

El papeleo se presentó ante las instancias legales, a ver si pegaba y pegó, pero en todo caso, el PRI no ganó absolutamente nada, pues la elección no se anuló y el espacio se asignó al suplente Ismael Solís Mares.

Por otra parte se habla de una acción urdida desde el propio gobierno del estado, que habría cobijado, impulsado y apapachado al personaje para que regresara a su tierra a ser presidente municipal; la segunda parte de la posible estrategia que, se supone, consistía en que con el vacío de poder, el Congreso designara a alguien a modo y de toda la confianza del ejecutivo, tampoco tuvo el efecto esperado pues el suplente se rehusó a soltar el hueso y no obstante la inexperiencia política de Solís Mares, fue capaz de soportar toda clase de presión.

La diputación local otro caso

Evidentemente el caso de Andrés Bermúdez ha sido el más sonado por su fama internacional, en ese momento muchos medios de comunicación nacionales y extranjeros, se aprestaban para dar cuenta precisa de su toma de posesión, por lo que causó sorpresa y se convirtió en noticia internacional, el hecho de que la expectativa generada se viniera abajo en un abrir y cerrar.

Pero no fue el único asunto local pues al mismo tiempo, se dirimía en los tribunales otro que fue tal vez menos mediático, pero que resultó jurídicamente más interesante por la equidad con que –al menos en el papel–, las partes pudieron defender su posición y mientras que a Andrés Bermúdez se le dio un golpe definitivo sin opción a defensa, Leoncio Miramontes y Benito Juárez tuvieron igualdad de oportunidades para presentar sus argumentos y llegar hasta la última instancia, donde se determinó que el primero de ellos asumiera la curul.

Nuevos casos y nula reacción

Aunque es común y hasta normal que cada tres años surjan impugnaciones de todos los comicios, ninguna desde hace cinco procesos locales, había tenido efecto, hasta hace dos semanas que el tribunal electoral resolvió el recurso interpuesto por Felipe Salazar Correa para que dos candidatos de la vía independiente de su equipo y uno más de los de Serafín Bermúdez Viramontes, asuman regidurías de representación proporcional.

Lo curioso en este caso, es la lentitud y hasta falta de interés que muestran los partidos que fueron despojados por esta vía, de sus espacios y que en materia jurídica tendrían todavía mucho trecho por recorrer.

Mientras que 10 días antes Salazar Correa presumía el resolutivo que les otorgaba los espacios, el equipo de Morena apenas el jueves mostró señales de reacción y habló de una intención de recurrir a las instancias legales para recuperar lo que habían obtenido; en el PAN, sin que quiera decir que no han hecho nada al respecto, simplemente guardan silencio y pareciera aplicarse aquello de el que calla otorga.

Con melón o con sandía

Ante una nueva disyuntiva política se encuentra Jaime Viramontes Miranda, el heredero de las glorias del llamado Rey del Tomate, pues sin buscarlo, el bermudismo podrá acceder a una regiduría plurinominal en manos de Peter Ruiz Carrillo.

Pero en caso de que proceda la lenta respuesta de Morena, la posible resolución favorecería a su hermana Martha Viramontes, que si bien últimamente no ha seguido a Jaime en sus decisiones políticas, tampoco quiere decir que exista un divisionismo entre los vástagos de don Gilberto Viramontes.

Esto más bien explica la pasividad mostrada por el grupo independiente que comandó Serafín Bermúdez, quienes a decir de Felipe Salazar Correa, nunca mostraron interés en apelar la posición y terminaron colgándose del trabajo de su equipo jurídico, para que a final el tribunal resolviera quitarle un espacio a los morenos y dárselo a Ruiz Carrillo.