Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Don Jesús Sánchez y su chingada gana
Ciertas circunstancias de la semana que concluye, nos llevaron a recordar algunas de las frases que se hicieran famosas en boca del dos veces presidente municipal Jesús Sánchez García, a quien pude cubrirle algunos actos de sus segunda campaña política y su labor al frente del municipio en el ejercicio 1992-95, no así de la primera.
Un hombre ocurrente que de la nada sacaba expresiones muy propias, en otros casos hacía adaptaciones a lo dichos populares o bien, parafraseaba autores a los que por lo regular siempre daba el crédito; su libro Mi chingada Gana, es posiblemente la principal ocurrencia y a la vez un compendio de varias.
Jamás contra la cocinera
Entre otras cosas que decía por esos días de su campaña en 1992, está aquello de “no se vale decir que el de enfrente es malo para demostrar que yo soy el bueno”.
Le recuerdo varias veces su consejo tajante, de que en esta vida, con la última persona que hay que pelearse es con la cocinera y algunas de esas veces lo dijo en respuesta a quien pretendió amarrar navajas con algún representante de los medios de comunicación, sin descartar que tuvo diferencias con más de uno, pero siempre las llevó en un plano de respeto.
No sé en qué lugar colocaría a Sánchez García, al evaluar el desempeño de los alcaldes de Jerez, nunca se me ha ocurrido tal comparativo que finalmente sería sólo un juicio de valor, pero seguramente puede considerársele como un munícipe que cumplió.
Abuelo incómodo
Sánchez García fue un constante preocupado en la formación de cuadros políticos y creo que ese era uno de los motivos de las frecuentes reuniones en su casa con amigos, entre los que siempre había algunos jóvenes. (Desconozco si hubo otros motivos o intereses de reunirse, nunca estuve ahí).
El casi candidato a presidente municipal Felipe Salazar Correa, es posiblemente uno de sus últimos discípulos, aunque éste se empeñe en deslindarse de todo aquello que tenga que ver con un pasado partidista, sobre todo tratándose del Revolucionario Institucional y no oculte su incomodidad cuando se le menciona este tipo de relaciones, por lo que don Jesús podría ser una especie de Abuelo incómodo.
Muchos supondrán que siendo alumno, algo debe haberle aprendido al famoso señor de la texana, pero seguramente no escuchó o no entendió aquello de lanzar acusaciones a los demás, sólo para demostrar ser diferente; no se vale pretender opacar la luz de los demás, para hacer brillar la propia, refiere una frase de las que se comparten en las redes sociales.
Pero mucho menos se le grabó jamás lo que refiere a no pelearse con la cocinera que bien podrá si tomamos en cuenta que es un personaje mediático, pues además conoce de las políticas de las empresas periodísticas, a menos que también le incomode que se le relacione con una.
Repetición de El Bronco
Nadie puede discutir que Salazar Correa es un personaje bien visto, cuya imagen se ubica en un bue nivel de aceptación y ayer durante su registro lo demostró una vez más; tampoco se debe desconocer que sus ideas frescas motivan a creerle y que tiene un proyecto claro que, de llevarse a cabo, puede favorecer el desarrollo del municipio.
Desafortunadamente, asume posturas que evidencian una soberbia, todavía en tiempo de corregir si es que no quiere llevarse una sorpresa, pues como él mismo lo dijo en su polémica conferencia de prensa de la semana anterior, los independientes tienen una sola oportunidad en la vida, no hay más.
Igualmente, su proyecto se ve opacado con su marcado empeño de repetir todo lo que hace el actual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, a quien ve como una figura de liderazgo, por el hecho de ser de extracción independiente. Quizá sea un buen momento para recordar que nunca segundas partes fueron buenas (con sus honrosas excepciones en el cine) y además Jerez no es Nuevo León, ni Felipe Salazar es tan bronco.
Libre expresión
Volviendo a las frases que le encantaban a Sánchez García, lo recordamos repitiendo aquella máxima de Voltaire, “no estoy de acuerdo con lo que dices pero con mi vida defendería tu derecho a expresarlo”.
Al joven que en política presume saber todo lo habido y por haber, le ha resultado más fácil el juicio de valor y la acusación fácil, que el debate respetuoso y con propuesta, en igualdad de circunstancias, otorgando el legítimo derecho de defenderse a quien señala. Olímpicamente ignoró la propuesta de encarar de frente y con argumentos a quienes acusa de tratarlo mal porque no les paga y de paso, demostrar la corrupción que para él existe en todos los medios de comunicación, pues en su afán de señalar, como alguien cercano le recomendó que lo hiciera, agarró parejo.
Esto sí le gusta
Una última frase del señor de La Gavia ya siendo presidente es la de “En Jerez se vive un carnaval de 365 días”, con la que siendo alcalde justificó allá por 1994, el creciente índice de borrachera en el centro de la ciudad y la pérdida para las familias, de un espacio de convivencia y armonía como lo fue el jardín Rafael Páez.
Esto sí le gustó a Felipillo, quien pugna porque la parranda y el desorden sigan, pues asegura que es de los pocos atractivos turísticos con que cuenta Jerez. Lo prudente sería abrir al debate social su propuesta, pero ya demostró que no gusta mucho de escuchar, sólo que las ideas sobre la mesa sean sólo las propias.
