Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Irradian amor
Este año como nunca, los tiempos electorales han tenido empatía con la llegada de la navidad y consecuentemente, para aquellos que han externado su amor por Jerez, traducido en ganas de ocupar la presidencia municipal o por lo menos negociar algún hueso, se hace tema obligado aquello de que “es época de dar” y algunos irradian un amor más falso que un billete de 300 pesos.
Y es que, al adelantarse el calendario, los madruguetes esta ocasión fueron más temprano y en una competencia que tiene el más alto número de tiradores de la historia, el ansia les hace olvidar un poco la filosofía popular dictada por la piedra en el camino de don José Alfredo Jiménez, que no hay que llegar primero sino hay que saber llegar.
Pero en fin es navidad y es tiempo de dar, situación que para los políticos y especialmente los que buscan la simpatía de la población, reflejada en las urnas, no tiene el más mínimo sentido de solidaridad, o de caridad, sino que absolutamente todo lo que hacen y cada regalo que dan, con fotografía o video incluidos, lo contabilizan en posibles votos.
Sí reelección
No obstante que el periodo constitucional que sigue en los municipios de Zacatecas, está programado sólo para dos años y que se anticipan bastante complicados, sobre todo en materia de presupuesto y de deuda, el número de desesperados o aspirantes, supera con mucho a los registrados en cualquier otro proceso.
Ciertamente que la ley contempla ahora la posibilidad de convertir esos dos años en cinco, lo que se antoja complicado, no sólo porque quien llegue, lo hará atado de manos en muchos sentidos, sino porque en Jerez, desde que la alternancia hizo su aparición en el 2001, ningún partido ha sido capaz de retener el poder y repetir dos administraciones consecutivas.
Este antecedente histórico, reduce las posibilidades de que por vez primera se rompa el legado revolucionario de Sufragio Efectivo no Reelección, que constitucionalmente ya es una realidad, pero para que se transforme en un hecho, quien se saque la próxima rifa del tigre, tendrá que hacer un papel por encima de la excelencia, a fin de que la ciudadanía le dé su confianza dos veces y la experiencia dice que nadie tropieza con la misma piedra más de una ocasión.
A dos de tres caídas
La competencia es ardua desde los mismos procesos internos y aunque los partidos están siendo hasta ahora cuidadosos de que la lucha interna no les ocasione un fuerte desgaste, la verdad es que de manera caballerosa (o mejor dicho armoniosa, por la equidad de género) los aspirantes se han enfrascado en una lucha que más que una contienda entre correligionarios, pareciera a dos de tres caídas sin límite de tiempo y se anticipa que la desbandada en todas partes, es inminente.
Los chapulinazos estarán a la orden del día y serán con mucho, mayores a los que se registraron hace seis y tres años, que ya es bastante decir.
Tiempo de dar… lo que no les cuesta
Y así, en el tiempo de dar, todos quieren obsequiar algo, de lo que no es suyo por supuesto, unos entregan obras que para nada les compete, otros traen cheques de programas estatales o federales para entregarlos no a nombre del poder ejecutivo, sino a título personal; otros regalan certificados escolares, otros dan despensas, paquetes de pollos, televisiones y hasta dinero en efectivo; a algunos su pobre capacidad intelectual y económica, apenas les alcanza para dar lástima.
Lucrar con la necesidad de las personas no es algo novedoso, hace mucho tiempo que es así y en los últimos procesos electorales, el descaro ha alcanzado tal nivel, que una considerable parte de la población, pone su voto en manos de quien esté dispuesto a pagarlo mejor; por inhumano o inmoral que pueda parecer, a veces representa la comida de toda la semana.
Finalmente, cuando los obsequios se dan como moneda de cambio electoral, ocurre lo que decía el señor aquel que apareció como un total desconocido hace justamente 15 años, con la consigna de que venía a dar y no a quitar, “les dan una despensa que les dura tres días y una madriza que dura tres años”, diría el a la postre famoso Rey del Tomate.
Paz y armonía
Por nuestra parte, sólo un deseo; que la felicidad, el amor, la paz y la armonía reinen en su corazón, hoy y siempre, que el abrazo que demos a nuestros seres queridos lo hagamos tan fuerte y con tanto amor, como si quisiéramos que se quede marcado para siempre. Y si nos da tiempo, regalemos una oración en favor de aquellos para los que la navidad se convierte en circunstancia difícil.
Lo mejor para todos en estas fiestas, si es posible, disfrutémoslas en familia y sobre todo con medida.