Jerez… Miel y veneno a la vez
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Con toda la mano
En el pasado las obras se hacían con toda la mano y aunque seguramente alguien pensó que podrían ser para toda la vida, la verdad es que también tenían un periodo de vida máximo, por lo que pasadas varias décadas, ya pedían a gritos un arreglo.
Por ello, lo menos que se puede exigir cuando se hace un cambio que lleva implícitos rasgos históricos y hasta nostálgicos de nuestra tierra, es que sean obras de calidad, hechas con toda la mano y tan duraderas como las que les antecedieron.
Su duración actual es de semanas
Desafortunadamente, algunos de los cambios que en los años recientes se han realizado, no han resultado con la calidad que tenían anteriormente y en tan solo algunos meses e incluso semanas, saltan a relucir las deficiencias y si bien cumplen con el aspecto de mejorar la imagen, esto sólo ha sido de manera temporal, pues a final de cuentas sale peor el remedio que la enfermedad.
Un ejemplo claro es el pavimento de las calles Suave Patria o San Luis y Bizarra Capital o del Santuario, cuyo adoquín fue colocado hace más de 45 años. Los maquinistas y obreros que trabajaron en la remodelación podrán dar cuenta de todo lo que batallaron para retirar las antiguas piezas, por lo bien realizado que estaba el trabajo.
Desafortunadamente los cambios que se han hecho dentro del proyecto de Pueblos Mágicos no han sido lo que se esperaba, en algunas partes las piezas de adoquín supuestamente de mejor calidad, se mueven constantemente al paso delos vehículos y en otras, sale a relucir la pobreza de la mezcla de cemento y arena que se utilizó y que –según se evidencia–, constituyó un ahorro económico al bolsillo de alguien, en demérito de la calidad.
Diferencias en compactación
A principios de los años 80, en la calle López Velarde se sustituyó el empedrado por unas piezas de adoquín tipo Tabasco, que ensambladas daban un aspecto muy acorde con la imagen urbana de la ciudad, según los expertos.
No obstante que este material estaba sentado sobre arena, sin otro tipo de soporte, pero debidamente compactada, los hundimientos fueron pocos en realidad y el daño del tiempo fue más por cuestiones como las excavaciones para reparar fugas de agua o drenaje, pero no por el tipo de trabajo.
Sin embargo, quien tuvo a su cargo la colocación del nuevo piso, jamás encontró la compactación adecuada y todavía sin siquiera abrirse al paso vehicular, ya registraba baches; a la fecha ese tramo requiere de mantenimiento constante y el área del mercado no está mucho mejor
70 años del puente
Con el inicio de la demolición del barandal que cubre el paso peatonal en el viejo puente del Río Grande, se va una parte del Jerez que despierta un sinfín de añoranzas, pero la realidad es que la estructura cada vez cumplía menos con la buena imagen del lugar (aunque se ven peor los frecuentes basureros que se forman en la parte baja)
Una obra de 70 años de edad; de la calidad, poco que decir, su duración y su dureza hablan por sí solas, aquí no es necesario preguntar a los obreros la dificultad de cada marrazo, quienes cotidianamente pasamos por ahí vimos que no ha sido fácil acabar con la fortaleza de cemento y falta todavía retirar la varilla.
Insistimos, lo mínimo que se puede exigir en estos casos es una calidad similar, que debería ser mejor porque se supone que a diferencia de aquellos años, hoy se cuenta con mejores equipos, mayor capacidad técnica y profesional e incluso mejores materiales.
Ojalá los jerezanos tengamos la oportunidad de conocer el proyecto, aunque mostrarlos a la población, no ha sido algo común en los gobiernos de los diversos partidos.
El grito y el acarreo
A través de casi 29 años de ejercicio periodístico y por lo menos otros cinco o seis antes, tengo la convicción de que si existe algún evento de carácter cívico social al que gran parte de la población acude sin necesidad de que le inviten, mucho menos de ir como acarreado, es a la ceremonia del 15 de septiembre por la noche.
Independientemente de que persona gobierne y de qué partido haya surgido, la plaza principal registra siempre concentraciones importantes y si a ello sumamos que es la conclusión del Novenario a la Virgen de la Soledad y por ello la última pólvora, la situación en el centro de la ciudad se torna participativa y a la vez complicada.
Pero son tiempos políticos y las redes sociales juegan un papel sumamente importante, muchas veces con carácter de manipulación, pretendiendo conducir al pesimismo y a su vez genere en el descontento social que es una realidad tangible, pero alguien parece interesado en conducirla a niveles caóticos.
Parafraseando al personaje de Kalimán o mejor dicho a su autor Rafael Cutberto Navarro, mencionaríamos que “no todo lo que las redes sociales ven resulta cierto, mi pequeño Solín… quien domina las redes lo domina todo…”