Retos de la nueva fiscalía general
IVÁN CASAS FIGUEROA
A propuesta del Gobernador de Zacatecas Alejandro Tello Cisterna, la Legislatura local, el pasado 21 de febrero de 2018, designó como primer Fiscal General de este estado, a José Francisco Murillo Ruiseco, quien estará al frente de la dependencia por siete años, a quien, por ciento, le envió mis más sinceras felicitaciones.
A propósito del tema, Don Sergio García Ramírez, uno de los juristas mexicanos más valiosos, ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR 1982 a 1988), y ex-presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (2004-2007), puntualizó que el perfil correcto para conducir esa dependencia: “Debe ser un abogado de gran prestigio… que esté dispuesto a perderlo ̈.
Arturo Nahle García y Leticia Catalina Soto Acosta, son de los pocos ex titulares de la entonces PGJE, que de alguna manera han conservado su prestigio personal y alcanzaron indudable evolución en esa dependencia insensible, burocrática, invadida de grupos internos, y políticamente considerada un tambo de aceite quemado.
Ese es el traje que debe medirse y mares a navegar por Murillo Ruiseco, quien tiene apenas un par de semanas de ocupar el cargo y ya indebidamente diversos sectores del Estado de Zacatecas han cuestionado sobre su legitima autonomía política como Fiscal General. Démosle un voto de confianza.
A juicio del suscritor, considero que haciendo un balance inmediato que incluye una nueva visión y misión constitucional de la Institución del Ministerio Público del Estado, las tareas serán: formar un grupo sólido, experimentado, honesto y capacitado de vice fiscales, fiscales especializados, director de desarrollo y evaluación, director de servicio profesional de carrera, coordinar general de servicios periciales y director de la policía de investigación.
Este equipo de profesionales deberá por lo menos contar con los siguientes aspectos de su personalidad: organización y planeación, atención y aprendizaje, percepción, rapidez y flexibilidad, razonamiento abstracto, juicio practico, exactitud y precisión, confianza y seguridad, nivel de actividad, resistencia a la depresión, tolerancia a la frustración, control de la impulsividad, sociabilidad e integración, capacidad de decisión, rendimiento y adaptabilidad, aplicación de criterio, capacidad de solución de problemas, nivel de responsabilidad, contacto con la realidad, aceptación de la autoridad, manifestación de ser imperturbable, capacidad de determinación, respeto a las normas, valores, principios, sensibilidad y humanidad.
Asimismo, se deberá hacer énfasis en la creación de una unidad especializada en apoyo emocional y terapia psicológica, al personal de la Fiscalía General, con motivo de las altas cargas de trabajo y estrés al que están sometidos a diario.
Se deberá dignificar la labor de los funcionarios públicos de la Fiscalía, sobre todo la policía de investigación, con equipo suficiente y adecuado para desarrollar sus funciones.
Sin duda, se debe contar con instalaciones dignas, horarios de trabajo adecuados, días de descanso, vacaciones y sobre todo un salario digno bien remunerado, y contar con personal dedicado a organizar, administrar y supervisar el funcionamiento de la Fiscalía, emitir criterios y prioridades en la investigación de los delitos, coadyuvar en la definición y aplicación de la política criminal del Estado, impulsar el servicio profesional de carrera, dando prioridad a la unidad de combate al secuestro y al narcomenudeo, trabajar en recuperar la confianza en la institución.
A propia consideración, se deberá poner en marcha el agente del Ministerio Público móvil o itinerante, mejorar la atención y reducir el tiempo de espera en la presentación de denuncias y actos urgentes de la investigación, revisar la adecuada distribución de recursos humanos, materiales y económicos, en las áreas que realmente sean de mayor prioridad, revisar y procurar que las estadísticas de la incidencia delictiva sean reales y precisas.
Se deberán adquirir uniformes y equipo de la policía ministerial, peritos y MP, con el fin de que el personal tenga una identidad.
