Informes en tiempos de pandemia
RAYMUNDO MORENO ROMERO
No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla, y a pesar de la catastrófica pandemia que ya ha costado más de 70 mil vidas mexicanas, los ejecutivos federal y estatal, así como las y los alcaldes zacatecanos, se han aprestado a rendir sus respectivos informes de labores.
En todos los casos, la emergencia sanitaria ha sido protagonista, tanto en el fondo, como en la forma. Los eventos masivos, las corridas de toros, los aplausos apoteósicos y las muestras de fuerza política han quedado, al menos por este año, en el pasado.
En un desangelado evento privado dirigido a un puñado de sus incondicionales, el Presidente de República habló más del país que desea, que del que vivimos las y los mexicanos. La lacerante realidad no da margen a la celebración.
Centró su mensaje en sus programas sociales, presumió que millones reciben subsidios directos del Estado, no obstante, omitió decir que casi 70 millones no tienen para comprar la canasta básica y que en 2020 el número de pobres se incrementará en unos 9 o 10 millones, según la CEPAL.
En materia de seguridad, reconoció que, aunque algunos delitos han disminuido, los homicidios dolosos y las extorsiones siguen en aumento. Este ha sido el sexenio más violento de la historia registrada con más de 60,000 asesinatos.
Reiteró su compromiso contra la corrupción, pero no mencionó las aportaciones recibidas por su hermano Pío López Obrador, y aunque refrendó su respeto a la autonomía de la Fiscalía General de la República y el Poder Judicial, reclamó la inasistencia de sus titulares y defendió la consulta para enjuiciar a los expresidentes, ignorando que ese es justamente un terreno de las instancias de procuración e impartición de justicia. Se trató de notorios vacíos que muy poco tuvieron que ver con la casualidad.
Sobre Derechos Humanos, solo prometió que la nueva presidenta del Conapred sería una mujer indígena (el Consejo lleva acéfalo varios meses). Aseguró que los feminicidios han disminuido, aunque las organizaciones feministas tengan otros datos. Nada sobre crímenes de odio. Muy poco sobre la tragedia humanitaria que ha representado la pandemia.
Por lo que toca a Zacatecas, el gobernador reconoció ante un Congreso del Estado casi sin invitados, que los grandes temas del País y de la entidad son la galopante inseguridad, los retos en materia de salud pública y el desempleo consecuencia de la recesión económica.
Exigió que dejen de jinetearse los recursos que le tocan al Estado, aplaudió la labor del personal sanitario y pidió un minuto de silencio por las víctimas del Covid-19.
Insistió en que la responsabilidad financiera ha sido un sello positivo de su administración, y con un modesto video dio cuenta de las obras y avances de su gobierno. Muy poco dijo sobre Derechos Humanos, en esa materia tanto Alejandro Tello, como el Congreso al que se dirigió, nos quedan a deber.
Finalmente, pidió transparencia en lo que toca a los padrones de los programas sociales federales. Una solicitud con un dejo de reclamo a la delegada Verónica Díaz Robles.
En suma, en eventos de más o menos una hora y casi sin aplausos, tanto el presidente, como el gobernador, acudieron a la cita de la historia en un momento por demás complejo. Comenzó el turno de los alcaldes con sus propias complejidades y no pocos conflictos.
Las circunstancias son difíciles, sin embargo, la vida sigue. Hago votos porque le vaya bien a México y a Zacatecas, porque nos vaya mejor a todos. Al tiempo.