Indiferentes
SILVIA MONTES MONTAÑEZ
DESCARO significa desvergüenza, insolencia y falta de respeto y en eso incurren tanto el gobierno como la LXV Legislatura ocupados en quien sabe qué mientras el presente y el futuro inmediato de miles de migrantes zacatecanos pende de un hilo por distintas circunstancias.
TOTAL indiferencia de David Monreal Ávila que hace un buen tiempo debió presentar un planteamiento para encarar el riesgo del arribo de Donald Tromp a la Presidencia de Estados Unidos y lo que conlleva en términos de posibles deportaciones masivas.
DEL GOBIERNO del estado sé perfectamente bien que es mucho pedir que haga su trabajo porque simplemente no hay gobierno, hay negocios eso sí, pero nunca una visión de estadista y una mínima capacidad por lo menos para pronunciar un discurso de coyuntura.
DE LOS LEGISLADORES y ahora si con la pena, pero sin excepción, tampoco escuchamos por lo menos un punto de acuerdo exhortando al llamado gobernador para atender el eventual regreso masivo por una u otra razón a la tierra de la que partieron nuestros paisanos.
Y LA SEZAMI, la Secretaría del Zacatecano Migrante tampoco se ha hecho presente en momentos críticos tanto por la política estadounidense como por los incendios ocurridos en Los Ángeles donde viven miles y miles de zacatecanos que pueden necesitar apoyo.
TOTALMENTE ausentes funcionarios, gobernador y diputados ¡Caramba! ¿Qué no leen los periódicos? ¿No ven las noticias? ¿No entienden que al menos podrían cubrir las formas? Mucho pedir porque forma es fondo y si no hay conciencia de la responsabilidad no puede haber nada.
INDIFERENTES absolutamente, a nadie se le ocurre pensar en el compromiso que tienen con Zacatecas, un estado binacional que así como vive la cultura de la emigración también exige una clase política al menos con una noción que vaya más allá de coronar reinas.
ANTE la realidad que aplasta a la entidad la decepción es creciente. Con mi experiencia en las áreas de comunicación social me pregunto por qué ni eso se le ocurre a la desconocida que ocupa el cargo. Debe orientar a su gobernador. No es simple burócrata.
LOS MIGRANTES sostienen la economía de nuestra querida tierra. Sin ellos estaríamos todavía más perdidos y si alguien está moviendo un dedo por ellos debería darlo a conocer para saberlo nosotros y para que lo sepan ellos. Hasta ahora están callados.
EN RIESGO y con un gobierno estatal, alcaldes y legisladores que de vez en cuando van a la Unión Americana de shoping y usan a nuestros paisanos queridos ahora ellos tendrán que rascarse con sus propias uñas si enfrentan alguna desventura.
POR TODO resultan víctimas, especialmente los indocumentados. Por la fuerza que los persigue en aquel país, por lo indefensos que se encuentran y por la pereza de la clase política estatal a la que reciben con los brazos abiertos en sus clubes. No es justo.