Hombres y mujeres de equipaje ligero
Mi solidaridad con Carmen Aristegui y el derecho al periodismo independiente.
JUAN GÓMEZ
Carmen Aristegui está nuevamente en el ojo del huracán. Su estilo de hacer periodismo es incómodo, sobre todo para los poderes fácticos del país, para una extensa ala conservadora y en especial para el poder.
El motivo o el pretexto, como se le quiera llamar, es lo de menos. La empresa MVS para la que trabaja la boletina por abuso de confianza, al utilizar sin su consentimiento la imagen de su empresa para sumarse a la plataforma web México Leaks, un portal en la red mediante el cual se pueden hacer denuncias ciudadanas o bien, subir documentos que pongan al descubierto anomalías o de plano actos de corrupción.
Desde hace unos 20 años conozco –desde el interior del país- la trayectoria periodística de Carmen Aristegui, y he visto su crecimiento profesional, hasta convertirse en la periodista más influyente de México.
Nada fácil para una mujer en un país en el que los gobiernos han marginado tradicionalmente de las posiciones importantes a las mujeres, no solo en el ámbito de la participación política o pública, sino en el de la actividad empresarial.
Muchos podrán o no estar de acuerdo con la forma de hacer periodismo o con la línea editorial de la periodista, pero nadie pone en duda su capacidad para analizar, profundizar, debatir y poner en la agenda mediática los temas más trascendentes de la vida nacional.
Ser discordante con el poder en México significa entrar en un proceso de desgaste permanente que puede terminar en el despido, la intimidación o la agresión personal al periodista.
Sin embargo, es difícil, casi imposible, que una empresa editorial, radiofónica o televisiva apoye a sus reporteros. Generalmente lo más importante para el propietario del medio de comunicación son sus relaciones con el gobierno en turno –sea estatal o federal- que respetar la ética o el trabajo periodístico.
Aunque también hay que decir esto: las empresas del sector privado también actúan en algunas ocasiones por consigna gubernamental o bien, cuando sus actos ilegales o irregulares son evidenciados por algún medio de comunicación. El boicot comercial también existe.
Cuando por la línea editorial independiente que apliqué en El Sol de Zacatecas como director gerente (1989-2000) incomodó y enojó al entonces gobernador priista Arturo Romo Gutiérrez (1992-1998), canceló toda la publicidad gubernamental al diario, pero al no ver en el corto plazo el objetivo político que pretendía, se reunió en cierta ocasión con un grupo de empresarios para pedirles suspender la publicidad al rotativo, pero afortunadamente los hombres de empresa no cedieron a su deseo.
Después de varios años de la conclusión del sexenio romista que terminó con la pérdida de las elecciones en 1998, uno de los líderes empresariales que estuvieron en esa reunión me proporcionó esta valiosa información. Por el momento me reservo su identidad.
El pretexto para prescindir de los servicios de un reportero(a) o de un director o conductor, es lo de menos, en un país en el que la Cláusula de Conciencia no se aplica en los medios de comunicación porque jurídicamente no existe.
La empresa MVS Noticias tiene un Defensor de Audiencia en la persona de Gabriel Sosa Plata, un destacado académico, investigador en temas de comunicación social y periodísticos de la UAM Xochimilco, además de colaborador en diarios y revistas especializadas, quien emitió un documento de tres cuartillas para abordar el diferendo Aristegui-Noticias MVS https://www.facebook.com/ombudsmanNoticiasMVS.
Después de enunciar la problemática y sus causas que han ocupado los principales espacios en redes sociales y en algunos medios de comunicación en México, apunta lo siguiente:
“6.- La posición de MVS Radio en torno de la participación de integrantes de Noticias MVS en México Leaks tuvo una amplia difusión. Se transmitieron spots, se publicaron desplegados en periódicos de circulación general y se dio la instrucción a otros conductores de los noticiarios de la estación para que dieran lectura al comunicado oficial.
A nuestro parecer, esta campaña es inédita y desproporcionada frente a un diferendo sobre el supuesto uso de una marca y el establecimiento de alianzas estratégicas, sin las autorizaciones respectivas de la empresa”. (Las negritas son del redactor de esta columna)
Agrega:
“7.- Esta Defensoría promueve, con base a Los Estatutos la libertad de expresión de los periodistas y del medio. Por supuesto MVS Radio, Noticias MVS, sus periodistas, comentaristas y conductores, tienen el derecho de ejercer dicha libertad de expresión con responsabilidad para fijar una posición en torno de cualquier asunto. Sin embargo, cuando en su derecho de libertad de expresión se utilicen calificativos como “ofensa”, “abuso de confianza”, “intereses particulares que nada tienen que ver con el periodismo que realiza la empresa” y hasta “engaño” para referirse en decenas de spots y desplegados a sus propios periodistas y conductores, las consecuencias podrían ser distintas.”
“8.- La campaña mediática, bajo los calificativos anteriores es un mecanismo de presión inédito de una empresa hacia uno de sus propios periodistas y conductores que podría afectar su desempeño periodístico. Un periodista o un conductor que es calificado por su propio contratante como alguien que engaña o que abusa de la confianza, puede dañar su credibilidad, su honra, su profesionalismo, atributos esenciales en su trabajo periodístico y dañar en general la imagen de un medio de comunicación, en este caso de MVS Radio y en específico de Noticias MVS, cuya credibilidad, aceptación, audiencia y confianza de sus anunciantes está soportada justo, por la labor de quienes detrás o frente a los micrófonos tienen la tarea de informar sobre los hechos nacionales e internacionales. Las reacciones que hasta ahora se han generado en las redes sociales y en algunos espacios periodísticos es una muestra de ello”. (https://www.facebook.com/ombudsmanNoticiasMVS).
El caso Aristegui-NoticiasMVS y el despido de dos de sus colaboradores seguirá siendo tema hasta en tanto no encuentre una definición empresarial sobre la reinstalación o no de los periodistas y la permanencia de Carmen Aristegui en la empresa.
Pero es también un ejemplo de la lucha por un periodismo independiente, crítico y analítico de la realidad mexicana.
Los periodistas sabemos que “somos hombres de equipaje ligero” en las empresas de comunicación, pero también tenemos derechos jurídicos y sociales.
Aún nos queda un largo camino por recorrer en las redacciones de los medios de comunicación.
Al tiempo.